Por Berenice Moreno Gómez
“Ser activista de Antorcha y tener a cargo municipios no es cosa fácil, hay que trabajarle, estudiarle y dejar de hacer cosas que antes acostumbrabas, pero al final vale la pena” ¬Christian Iván Ramos Melchor, Q.E.D.
Nacido un 28 de Octubre de 1986, Christian estaba convencido que la pobreza solo se puede erradicar cuando quien gobierne el país sea una persona emanada del mismo pueblo. Originario del Estado de México, Christian Ramos Melchor fue el mayor de tres hermanos y el único varón en su pequeña familia.
Christian no se consideraba una persona importante, sino un hombre reservado, sin embargo, los aconteceres de la vida lo colocaron en la mirada de ‘muchos’, trabajó para transformar en medida de sus posibilidades las condiciones en las que se encuentra su tan querido México; esa fue precisamente la ideología que le inculcaron sus padres y la organización: aprendió a crecer no solo en talento sino también como ser humano.
Un joven al que las injusticias e inequidad de la vida lo llevaron a darle un giro rotundo a su existencia; niño de hogar, el consentido al ser el más grande de ambas familias, mantuvo una excelente relación con sus padres y hermanas. Destacado estudiante, participó en su primera marcha a los 12 años debido a la mala administración del entonces director de la secundaria donde estudiaba; se desempeñó en varios oficios los cuales le redituaban ganancias económicas, pero no le agradaban del todo.
Caracterizado por estar en constante cambio y a sus 21 años, en mayo de 2008 se le asigna como activista de tiempo completo en Antorcha Campesina, desde ese entonces y hasta el 9 de mayo de 2016 luchó por mejorar las condiciones humanitarias de sus hermanos antorchistas y de todos aquellos que llegaron hasta él para solicitar apoyo. Dejó de ser un chico tímido y se convirtió en joven extrovertido, amante de la poesía, luchador social, admirador de Aquiles Córdova Morán, secretario general del Movimiento Antorchista a quien consideró un hombre inteligente, disciplinado, valiente y sabio.
Trabajó durante más de ocho en Antorcha Campesina desempeñando diversos papeles dentro de ella, estuvo en San José del Rincón, Ixtapa de El Oro, Jilotepec y Atlacomulco.
A dos años de su fallecimiento, Ramos Melchor continúa siendo recordado por aquellos que lo conocieron; luchando por los que no luchan, llorando por aquellos que no lo hacen y sonriendo por los que no ríen.
