Eduardo Sadot
Entre 50 y 60 pistoleros a bordo de diez camionetas sorprendieron a los hombres del “Pelón” que vigilaban afuera de la casa, entraron, y sin darles tiempo para defenderse, capturaron al “Pelón” y a sus escoltas. Los sacaron.
Le decían “El Pelón”. Se llamaba Alejandro García. Malandro desde los 18 años de edad. Primero, con La Familia Michoacana. Luego, con Los Caballeros Templarios, quienes con la llegada de las autodefensas se disolvieron. Al “Pelón” no le quedó más remedio que enrolarse con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Tenía un hermano bronco, metido en líos, drogas y armas.
El jefe de la plaza en San José de Gracia es “El Viejón”, jefe del “Pelón” durante algún tiempo. Esta población (cabecera municipal del municipio de Marcos Castellanos) de apenas diez mil habitantes, es pequeña, pero clave: es la aduana obligada rumbo a Colima y Manzanillo. Paso forzoso hacia Ciudad Guzmán, enclaves controlados por el narcotraficante más poderoso de México en la actualidad: Nemesio Oseguera, “El Mencho”, jefe máximo del CJNG.
l hermano del “Pelón” se metió con quien no debía: con “El Viejón”, que no toleró que lo desafiara y ordenó levantarlo. Lo torturaron. Lo mataron. Lo desaparecieron.
¡Te voy a romper la madre!, amenazó “El Pelón” a “El Viejón”.
¡Lárgate de aquí o te carga la chingada! ¡A ti y a tu familia!-, fue la respuesta severa del “Viejón”, jefe de plaza, apoyado por los líderes del CJNG.
Al “Pelón” no le quedó más remedio que huir. Se había metido con un jefe de plaza. No tenía de otra. Sin embargo, como era un elemento valioso, desde Jalisco llegó la orden para que se trasladara a Colima, donde siguió sirviendo al cártel del “Mencho”. Así transcurrió un buen tiempo. “El Pelón” en Colima y “El Viejón” en San José de Gracia.
Pero ya sabemos que la venganza es el sentimiento más puro del ser humano, y “El Pelón” no olvidaba la muerte de su hermano. Se las juró al “Viejón” y prometió vengarse.
El pasado 26 de febrero, la señora Elisa “N” fue reportada como fallecida por cirrosis en un hospital de Sahuayo de Morelos, Michoacán. La familia localizó al “Pelón” para avisarle: tu madre acaba de fallecer. “El Pelón” decidió asistir al velorio que se realizaría en el terruño familiar: San José de Gracia.
Para ello, “El Pelón” pidió permiso al “Tres”, una de las cabezas del CJNG para poder entrar a San José de Gracia y rendirle tributo a su madre fallecida. El permiso de los altos mandos del cártel fue concedido. “Adelante”, le dijeron al “Pelón”. La madre es sagrada.
Pronto, “El Viejón” se enteró que “El Pelón” regresaría a San José de Gracia para asistir al velorio de su madre. ¿Quién le avisó? Es lo de menos. Un halcón. Un chivato. Pero hay algo importante en la historia: el CJNG había dado luz verde al “Pelón” para entrar a San José. Y eso también lo sabía “El Viejón”.
La amenaza aún estaba viva y había que acabar con ella. Por eso, desafiando a sus jefes, “El Viejón” dio la orden: antes que se la cumpliera, “El Pelón” debía ser eliminado.
Los sicarios del “Viejón” sabían que “El Pelón” no llegaría sólo. Al entrar a San José de Gracia, contaron a los acompañantes del “Pelón” para saber qué estrategia seguir: 16 pistoleros en total. Eran muchos. Había que duplicarlos al menos. O triplicarlos en hombres y armamento.
Confiado en que la autorización del CJNG le garantizaba su vida -en realidad, así era-, “El Pelón” llegó al velorio de su madre acompañado de su grupo: 16 en total. Algunos entraron con él. Otros, afuera. “Tenía mucho tiempo que no veíamos por aquí al ‘Pelón’”, cuentan algunos. Eran alrededor de las tres y media de la tarde.
Llegó el momento.
Entre 50 y 60 pistoleros a bordo de diez camionetas sorprendieron a los hombres del “Pelón” que vigilaban afuera de la casa, entraron, y sin darles tiempo para defenderse, capturaron al “Pelón” y a sus escoltas. Los sacaron.
Eran 17: “El Pelón” y sus pistoleros.
(Fotografía El País)
Sometidos con fusiles largos, los formaron pegados a la pared, como se observa en el video difundido desde la tarde del domingo pasado. Las manos detrás, en la nuca. Enfrente, apostados en las camionetas, los sicarios del “Viejón” los encañonaron y les dispararon a mansalva. Los fusilaron, literal. Allí acabó la historia del “Pelón”. Minutos después, sus familiares vieron cómo su cadáver era llevado en vilo hacia su propia camioneta.
En el muro de fusilamiento que se observa en el video se contaron 54 perforaciones de calibre grueso, según contó la Policía Municipal. Se recolectaron más de cien cartuchos. Los asesinos del “Pelón” y sus 16 acompañantes huyeron hacia el monte en las camionetas del “Pelón” y de sus hombres.
(Fotografía Reforma)
Mientras tanto, algunos pistoleros comenzaron a lavar la banqueta sobre la cual corría la sangre, los retazos de cerebro, piel y cabellos de los fusilados. ¿Por qué borraban las huellas del crimen múltiple? Porque era una masacre no autorizada por el CJNG y, así, querían evitar que se calentara la plaza y tener que enfrentar la ira de sus jefes. “El Viejón” se había ido por la libre, lo sabía, y por ello dispuso eliminar toda evidencia. No sabemos si sus jefes le ajustarán cuentas al “Viejón” porque, ahora, San José de Gracia está en la mira.
Pero alguien tomó el video e hizo público el fusilamiento a través de redes sociales. “El Viejón” no contaba con ese pequeño detalle. A ver cómo le va.
La policía no intervino: eran diez uniformados contra 50 o 60 sicarios del “Viejón”. Sería un suicidio enfrentarlos. Imposible.
Al “Pelón” se le olvidó una máxima: cuando busques venganza, cava dos tumbas. La de tu enemigo, y la tuya.
Esta es la historia del fusilamiento en San José de Gracia, Michoacán. México.
“Grupos opositores a mi Gobierno utilizan y manipulan este tipo de acciones en nuestra contra”, dijo López Obrador el lunes pasado al referirse al fusilamiento masivo en San José de Gracia, negando una realidad que lo ha rebasado y puesto de rodillas.
Pobre AMLO: tan ciego y tan torpe ante un país que se le desbarata entre las manos.
Pobre Michoacán.