María Esther Beltrán Martínez Fotos: Cortesía artista y J. Carlos Santana
Málaga, España.- Se reúnen trece artistas contemporáneos de diversas ciudades del mundo para presentar la exposición 9 Hours Underground en la Ópera de Sydney cueva. El artista malagueño José Luis Puche, quien es el único español invitado y ha sido galardonado en la última edición de los Emerging Artist Awards, en los que ha sido reconocidos en dos ediciones sucesivas.
José Luis fue invitado a participar por parte de Kate Smith quien es la curadora de la exposición es una mujer que ayuda a los artistas emergentes, les brinda apoyo y promoción a lo largo de su viaje, es también coleccionista de arte.
Puche expresa su alegría de participar con dos obras y compartir codo a codo con artistas considerados de relevancia internacional.
En entrevista Puche nos recibe en su estudio donde vemos adelantos para próximos proyectos. Puche sorprendió con su obra Papá, instalada en las escaleras del Centro Pompidou de Málaga, parte de la teoría del no lugar de Marc Augé y tiene por objeto una gran imagen donde la mirada directa es la protagonista. El artista retrató a su propio padre y creó una unión directa entre padre e hijo, siendo una metáfora de las relaciones familiares como memoria sentimental de la existencia social y colectiva.
Para 9 horas bajo tierra ha investigado temas relacionados con lo que hay bajo tierra y del número 9.
“Me he dado cuenta que debajo de la tierra surgen la parte germinadora para que crezcan frutos de ella crecen y se reproduce parte de la vida y el número 9 lo relacione con el tema de la maternidad. Para nacer tienen que pasar nueve meses y de ahí surge mi obra”.
Bajo el título Prolegomenom presenta dos obras, el primero es un autorretrato que resurge de la tierra y se reproduce una humareda con entornos de colores y la segunda es un búnker en forma de museo donde un personaje que pinta ese espacio y es una manera de referenciar a todos los artistas que significan algo para el artista.
“Sus inquietantes imágenes pop nos llegan como fotogramas de algo ya vivido o soñado. Cual déjà vu se filtran en nuestra mente con una extraña familiaridad de resonancia surrealista, en la que nos reconocemos gratamente sin saber exactamente por qué. La técnica de la meditación trascendental ofrece un modelo estético sugerente para describir la sensación que nos produce contemplar la fría densidad de su propuesta. Dicha técnica consiste en repetir un mantra en silencio, evitando que su cadencia se sincronice con el ritmo del corazón o con el propio de la respiración. Solo a través de la letanía del mantra es posible vaciar la mente y alcanzar niveles cada vez más profundos de conciencia”, expresa Juan Carlos Robles, artista y profesor de Bellas Artes de Málaga sobre la obra de Puche.
Y agrega que “ ese trance nos asaltan recuerdos, estados de vigilia que debemos abandonar y regresar inmediatamente al mantra, con el fin de alcanzar ese vacío extático que supuestamente ha de ponernos en contacto con el mundo natural.