Por: Gloria Brito Nájera
Venciendo una serie de dificultades, como todo arranque de un nuevo proyecto, y respondiendo de ésta manera a una solicitud de vecinos de la comunidad de Mixquic planteada en asamblea del pueblo, que nos pidió la fundación de una escuela preparatoria para cientos de jóvenes que quieren seguir preparándose y no tienen la oportunidad de hacerlo o la encuentran lejos de sus hogares, hace escasamente tres semanas el Movimiento Antorchista empezó los cursos en Mixquic de una escuela preparatoria.
Sin embargo, sin importar el daño moral ocasionado a los jóvenes y gente honesta a quienes se debe la preparatoria y compañeros de lucha antorchista, cuyo único interés es ayudar y organizar a la gente más humilde para que aprendan a luchar y algún día poder acabar con la espantosa pobreza que actualmente se vive en todo nuestro país, estallaron de pronto en esta comunidad una serie de ataques insultantes e instigadores antorchistas, llenos de veneno y calumnias, hechos por todo un profesional de la mentira sin escrúpulos, llamándonos: delincuentes, abusivos e invasores. Respondemos a quién encabeza estas calumnias, pues se trata de un funcionario del gobierno delegacional de Tláhuac: que si no quiere quedar recordado como un mentiroso y calumniador en la memoria del pueblo de Mixquic, lo emplazamos a que demuestre con pruebas, ¿a dónde hemos invadido y a quién? ¿qué delitos hemos cometido y contra quién?
El maestro en calumnias que así nos agrede, también nos acusa de recurrir “a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces”. Si respondemos a estas frases alejadas de toda realidad, es porque nuestra aclaración está dirigida sobre todo a la gente desprejuiciada que sabe distinguir entre la mentira y la verdad. En Tláhuac, Antorcha nunca ha estado en el poder, como si lo está quien nos ataca, y después de tantos años en el poder, ¿por qué no fue capaz de darle a Mixquic la preparatoria que tanto necesitaba? ¿Entonces, en que quedamos? ¿Quién es el ineficaz?: “Todos merecen un voto de confianza por parte de la sociedad”, continúa exclamando este incondicional del Jefe delegacional de extracción morenista en Tláhuac, sí, pero cuando se trata de Antorcha, ningún voto de confianza, a los antorchistas hay que golpearlos ¿por qué razón? Porque se atrevieron a hacer lo que él no hizo, fundar una preparatoria para los jóvenes de Mixquic. Juzgue ud. querido lector, ¿quién está demostrando ser el demagogo? ¿Quién utiliza la doble vara para medir?
En fin, a nosotros los antorchistas nos interesa que entiendan nuestro proyecto de nación, no los calumniadores, porque no fue creado para ellos, sino el pueblo pobre de México, la gente honesta y limpia, ya que el proyecto de Antorcha es un proyecto serio, basado en un análisis científico de la realidad como no lo tiene ninguna otra corriente de las que se dicen de “izquierda” en nuestro país. Y lo podemos demostrar. Cuando decimos que queremos cambiar la sociedad para bien del pueblo pobre, lo decimos en serio, y estamos dando pasos de gigante para hacerlo; no basamos nuestros objetivos en la demagogia, sino en la verdad del pueblo. En Antorcha, lo podemos decir con la frente en alto, no tenemos intereses mezquinos. Y no pasará mucho para que la historia ponga al descubierto a los verdaderos demagogos, a los verdaderos aventureros, a los que no se sueltan del “trampolín político” para seguir traficando con los derechos del pueblo, como el que nos ataca en Mixquic. Los antorchistas no somos amantes del poder para beneficio personal.
Antorcha nació hace 42 años con la finalidad de acabar con la pobreza y la miseria que cada día va en aumento, y este propósito en no muy largo plazo, pésele a quién le pese, lo vamos a lograr.
¡Por último y para todos los que nos quieran escuchar! No nos extraña la reacción de políticos que al no tener un trabajo que los pueda respaldar ante la gente y porque ven en riesgo sus cargos en las delegaciones, del que se han servido por mucho tiempo, piensan que se van salvar si siguen engañando a la gente del pueblo calumniando a los que representan un peligro para sus sucios intereses ligados al presupuesto público.
No nos ocuparíamos de éste funcionario, si no viéramos con preocupación su lenguaje, el llamado al linchar a los antorchistas. La experiencia nos ha enseñado que estas manifestaciones de odio y de calumnias, cuando escalan se convierten en verdaderos peligros que nos han costado la vida de algunos de nuestros compañeros. Nosotros no buscamos confrontarnos con nadie, a pesar de las provocaciones de este “personaje”, pero si se pone en peligro a alguno de nuestros compañeros, desde aquí y desde ahora, responsabilizamos a quien vierte tanto veneno contra nuestra organización. ¡Qué conste!
