De Primera Mano
Rodulfo Reyes
De los mandatarios que ha tenido el PRI desde finales de la década de los ochenta que la oposición interrumpió con fuerza la vida pública de Tabasco, solo dos no hacen política partidista: Manuel Gurría Ordóñez y Enrique Priego Oropeza, quienes acaso por eso gozan del reconocimiento de sus correligionarios y conciudadanos.
La nueva composición de fuerzas del estado se da con Salvador Neme Castillo, que gobernó de 1988 a 1991 y fue depuesto por el presidente Carlos Salinas de Gortari; en su lugar se nombró a Manuel Gurría Ordóñez.
En el periodo de Gurría hubo cuatro presidentes del PRI, ninguno puesto por él: Humberto Mayans Canabal despachó en la avenida 16 de Septiembre por recomendación del entonces dirigente nacional Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien también impulsó a Roberto Madrazo Pintado, ya en preparación de su candidatura a la quinta Grijalva para las elecciones de 1994.
A la renuncia de Madrazo asumió el comité directivo de manera interina y por prelación quien era el secretario general, Agapito Domínguez, para darle paso poco después a Pedro Jiménez León, a quien Madrazo acomodó para que le coordinara su campaña.
En síntesis, Gurría se mostró respetuoso de su partido y Madrazo tomó decisiones desde antes de despachar en Plaza de Armas; en su administración fueron dirigentes Nicolás Haddad López, Héctor Argüello López, Florizel Medina y Edgar Azcuaga.
Al único que no impuso Madrazo fue a Argüello, ya que la popularidad del finado líder campesino lo obligó a abrir la consulta a las bases.
Anulado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el triunfo pírrico de Manuel Andrade Díaz en los comicios de 2000, Enrique Priego Oropeza asumió el poder Ejecutivo el 2001 mientras se preparaba la jornada extraordinaria.
Por recomendación de Madrazo, el derrotado Andrade fue nombrado presidente del partido; ya como candidato a la quinta Grijalva por segunda vez el ahora diputado local, a 16 de Septiembre arribó Fernando Rosas Cortes.
A raíz de que en 2012 el PRD le quitara la gubernatura al PRI, Andrade se convirtió en fiel de la balanza del priísmo: logró que el CEN le diera la presidencia del partido a su agente Francisco Herrera León, a cambio de que este se “sumara” a la candidatura de Jesús Alí de la Torre.
Cuando las corrientes priístas demandaron la cabeza de Herrera, en su papel de ex dirigente del PRI el propio Andrade encabezó una reunión con ex presidentes del partido, cónclave que acordó “respaldar” la permanencia de quien es su hechura política.
El discípulo de Andrade finalmente fue separado del cargo en 2013, pero el ex gobernador mantuvo su activismo y logró que heredara la plaza otra pieza de su equipo, Erubiel Alonso Qué.
En 2015, como consecuencia de la derrota priísta en las elecciones extraordinarias de julio de ese año, a Erubiel le fue pedida la renuncia, pero esta vez Andrade no pudo hacer nada: perdió fuerza por la salida de César Camacho Quiroz del CEN, mientras Madrazo recobró bríos por la llegada de su compadre Manlio Fabio Beltrones.
Madrazo apuntaló al actual dirigente interino, Miguel Valdivia de Dios.
A estas alturas puede observarse claramente que desde la derrota de 2012 han sido Andrade y Madrazo los ex gobernadores priístas que buscan el control del partido.
También es posible establecer que ni Manuel Gurría ni Enrique Priego se han involucrado en la vida interna del tricolor, acaso por eso ambos son respetados por el priísmo.
La prueba es que el nombre de Enrique Priego sale a relucir cada que en el PRI hay un proceso interno traumático y las corrientes le piden regresar a la vida partidista, pero él no acepta.
En el caso de Gurría, tiene tiempo que cuadros del tricolor lo buscan; a Madrazo, por ejemplo, no le contesta el teléfono y tampoco recibe a sus colaboradores que buscan agarrarse de su prestigio para tirar a Miguel Valdivia.
Don Manuel siempre ha sido conciliador, ajeno a los pleitos políticos; las veces que ha regresado a Tabasco a apoyar a su partido, que a no a imponer su criterio, se ha reunido con el gobernador perredista Arturo Núñez Jiménez y le ha pedido a los priístas que lo respalden para que le vaya bien a Tabasco.