Cesar Rodríguez Mosco
Ya pasado el mediodía, miles de personas se hicieron notar en los alrededores de la colonia Chapultepec, en la Ciudad de México; conforme pasaban los minutos, se congregaban más y más personas provenientes de distintas partes de la República, pero todos tenían algo en común: eran parte del pueblo humilde organizado en las filas del Movimiento Antorchista.
El destino de todos ellos era el Auditorio Nacional, recinto que albergaría el Homenaje al Comandante Fidel Castro Ruz, luchador social incansable, líder de la Revolución Cubana y quien en vida fuera el más grande ejemplar de la especie humana, por su entereza y labor a favor de los más desprotegidos.
Al filo de las dos de la tarde los asistentes se mostraban ansiosos por ingresar al Coloso de Reforma, que a sus afueras lucía colmado de gente entusiasmada: niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad; algunos esperaban la llegada de más compañeros, otros, cuyo contingente ya estaba completo, solo aguardaban por la señal que permitiera el acceso al foro.
En esos últimos minutos de espera, el ambiente era festivo, pero a la vez respetuoso por la naturaleza del evento; las primeras consignas de la tarde se hicieron escuchar y entre la multitud se observan banderas del Movimiento Antorchista Nacional y de Cuba, las cuales eran ondeadas con respeto y alegría por los asistentes de distintos puntos de la geografía nacional.
Al momento del acceso, los ánimos crecían cada vez más y quienes poco a poco ingresaban vitorearon frases como: “Fidel, escucha, ¡Antorcha está en tu lucha!”, contagiando a los que a punto de comenzar el evento, iniciaban su ingreso al auditorio, que en cuestión de minutos, se llenó en su totalidad.
“Fidel, amigo, ¡En Antorcha sigues vivo!”, coreaban una y otra vez las diez mil personas congregadas en el recinto nacional, por lo que la Orquesta Sinfónica de Chimalhuacán se dispuso a iniciar con el magno evento, solo unos minutos después de las tres de la tarde; al término de la primer participación de la orquesta, la audiencia prosiguió con las consignas, esta vez dedicadas a la organización y como antesala al ingreso del Secretario General del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán.
“Se ve, se siente, Antorcha está presente”, retumbaba en todos los rincones del Auditorio que daba la bienvenida a Córdova Morán, recibido con alegría y una evidente emoción de parte de los miles de asistentes, que también articularon “¡Somos un solo hombre, somos un solo ideal, adelante antorchistas hasta triunfar!”, sin omitir el clásico “maestro Aquiles, tú eres nuestro líder”.
Ya con los ánimos al tope, la cultura y el arte siguió haciéndose presente en el acto, por lo que con un poco de poesía a cargo de Lirio Dení García Córdova; la ejecución de ‘El Necio’, interpretada por el Dr. Brasil Acosta Peña; y la participación de los grupos nacionales de música y de danza con los temas ‘Guantanamera’, ‘Esas no son cubanas’ y el ‘Son de la loma’.
El ambiente cubano se hizo presente en todos los asistentes, que acompañaban con sus voces las interpretaciones y se movían sutilmente al ritmo de la música; el momento era emotivo y alegre hasta verse pausado por la reproducción de un video con la videografía del fallecido Comandante, y con algunas imágenes de los homenajes previos realizados en las capitales de cada entidad del país, en las que podíamos ver rostros tristes, pero a la vez motivados por la lucha y el ejemplo de Castro Ruz.
Luego de ese momento conmovedor, Aquiles Córdova Morán, subió al escenario para brindar un mensaje a los presentes, que en representación de los casi dos millones de hombres y mujeres que militan en su organización, rindieron un homenaje al Comandante de América que encabezó la revolución de los humildes por los humildes y para los humildes; “nos debe motivar el ejemplo de Fidel Castro Ruz, para erradicar la pobreza de México; Fidel lo dio todo por su patria, en Cuba lo que se produce es para todos, tienen excelentes servicios de salud, tienen educación, tienen empleo, sus necesidades básicas están cubiertas, todo esto a pesar del bloqueo económico encabezado por Estados Unidos… Debemos aprender de la revolución cubana, tomar el poder por la vía democrática y gobernar para el pueblo”.
“Maestro Aquiles, tú eres nuestro líder”, entonaron los asistentes con efusividad y motivados por las palabras de su dirigente nacional, refrendando también su compromiso con la organización de los pobres de México para cambiar el rumbo del país, y tomando como ejemplo el papel hecho por el Comandante Castro.
Previo a concluir el homenaje, un segundo bloque cultural ejecutado por los grupos culturales de la organización tomó el escenario del Coloso de Reforma, invitando a los presentes a contagiarse de las letras y los ritmos de la República hermana: “Cuba, qué linda es Cuba, ahora que es libre la quiero más… los antorchistas y los cubanos siempre en la lucha serán hermanos…”.
El cierre de la jornada había llegado, por lo que con respeto y humildad, las diez mil almas que abarrotaron el Auditorio Nacional brindaron un minuto de silencio en memoria del fallecido comandante revolucionario, además de un minuto de aplausos y un imponente: ¡Hasta siempre, comandante Fidel!