Carlos Javier González
De la mano de su nuevo Presidente, Carlos Ramos Padilla, la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) mostró el músculo que se tiene en el gremio en un evento en que se dieron cita lo más prestigiado de la comunicación, miembros de esta academia y con una gran capacidad de convocatoria, también acudió un sinnúmero de personalidades, entre las que destacó la presencia del Dr. José Narro Robles, Secretario de Salud. Se destacaron dos discursos, el de Beatriz Pages y el de José Elías Romero Apis, cuyos planteamientos sobre la situación actual de nuestra profesión y de su ejercicio en nuestro país, no tuvo desperdicio.
Beatriz Pagés hizo un durísimo diagnóstico sobre el futuro de la relación entre México y Estados Unidos, llamando a las cosas por su nombre y dejando ver la nueva realidad a que habremos de enfrentarnos con la llegada de un “fascista” a la Casa Blanca. La realidad es que en este sentido, no se sabe aún la estrategia que el gobierno mexicano habrá de seguir ante la nueva administración de Donald Trump, quien independientemente de meterse cada vez en más pleitos con más personas y con más países, no quita a nuestro país de la mira de sus declaraciones y de su animosidad, lo que nos presenta un futuro –por lo menos- bastante incierto.
Es en estos momentos en que el gremio periodístico debe estar unido trabajando por el bien superior de la nación, con una actitud crítica ante la inacción por la defensa de lo nuestro; señalando los errores y la pasividad de un gobierno cuyo mandato constitucional le obliga a la defensa de los intereses nacionales por sobre los de una clase política alejada de la sociedad y de sus necesidades y aspiraciones. La profesión de periodista requiere de mínimos de seguridad para su ejercicio, su rol es fundamental en una sociedad deseosa de cambios pero carente de liderazgos –como la nuestra- y es por ello que la ANPERT es un organismo fundamental que ha procurado a lo largo de su corta historia, defender los intereses de sus agremiados así como su profesionalización.
Habiéndose convertido la profesión de periodista en una de alto riesgo, este tipo de organizaciones cobran relevancia ante la imposibilidad crónica del estado por proteger a los informadores. La Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión sin duda se encuentra en un renacimiento que habrá de ser benéfico no sólo para sus agremiados, sino también para la profesión en general. Es un ejemplo claro de cómo el empoderamiento ciudadano en defensa de intereses comunes debe de ser la regla y no la excepción, tomar acciones en beneficio común sin esperar la intervención de las autoridades, pero eso sí, exigiéndoles que cumplan su mandato. Enhorabuena a la ANPERT y a Carlos Ramos por esta nueva etapa en nuestra academia.(El Financiero)
Twitter:@carlosjaviergon