Como un espectáculo de arte, cultura y tradición que fusiona elementos prehispánicos, contemporáneos y rescata no solo identidad y grandeza del pueblo mexicano, sino la fortaleza de sus mujeres, definió el secretario de Turismo del DF, Miguel Torruco Marqués, la puesta en escena de La Leyenda de la Llorona.
El funcionario señaló que en la celebración de los 20 años ininterrumpidos de la puesta en escena se ha convertido en uno de los más importantes atractivos turísticos de la capital del país.
La Premier del XX aniversario de la obra, montada por el Grupo Interdisciplinario Nahui-Teotls, en el escenario natural de las chinampas y canales de Xochimilco y a bordo de trajineras, Torruco aseguró que la representación tiene elementos que lo hacen propio de la identidad nacional y de la Ciudad de México.
La Leyenda de la Llorona utiliza música, canto, danza y teatro para rescatar los valores y cultura que los antiguos Xochimilcas heredaron a sus predecesores.
La protagonista Ayahutli, refirió, fue una mujer guerrera, incansable, que frente a la amenaza de Don Alfonso de arrebatarle a su hijo para llevarlo a España, decide quitarse la vida antes de permitirlo, no sin antes jurar venganza por toda la eternidad, por ella y por su vástago y por los que injustamente fueron muertos en el Templo Mayor.
El funcionario resaltó la interpretación musical con instrumentos prehispánicos como huehuetls, panhuehuetl, teponazhuehuetl, teponaztli, flautas de barro, hueso y carrizo; ocarinas, jarros silbadores y aerófonos; caparazones de tortuga también conocidos como ayotl; tambores de madera y de barro, palos de lluvia y chicahuaztli o bastón con sonajas.
Así como sonajas de guaje y calabaza, raspadores de hueso, tenabaris o capullos de mariposa, atecocolli (caracol marino), entre otros instrumentos que en la puesta en escena de La Leyenda de la Llorona, se fusionan con la contemporaneidad del violín, la guitarra, el arpa y la marimba, más propios de una tradición más cercana.