La delegación mexicana que competirá en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, Corea, vivió una nueva experiencia con la ceremonia de inauguración, donde Germán Madrazo desfiló con la bandera nacional.
El jefe de misión, Carlos Pruneda, comentó que cada uno de los deportistas, sobre todo los atletas mexicanos, estaban muy contentos, “encantados, con mucha adrenalina y muy emocionados”.
“Es un orgullo, una sensación increíble entrar a un estadio atrás de tu bandera. Se pone la piel chinita, una gran adrenalina. No importa donde sea, pero siempre hacer eso es impresionante y es increíble”, mencionó.
Pruneda, dijo estar contento porque son sus cuartos Juegos Olímpicos como jefe de misión y lo hace con una delegación integrada por 10 personas, cuando anteriormente había sido de tres.
Indicó que el mensaje de la ceremonia inaugural le gusto, sobre todo por lo que ha pasado últimamente. “El espectáculo estuvo bien, aunque duro un poco menos que en otras ocasiones. “Estuvo fuerte el frio, nosotros y la gente del público traíamos bolsas donde había un sarape, un gorro, rompe vientos, calentadores de asientos y lámparas”, expuso.
En cuanto al uniforme que portarán los deportistas el día de su competencia, señaló que la idea fue de Hubertus Von Hohenlohe, quien hizo una visita a su prima en San Miguel de Allende y vio el tema de las catrinas y calaveras, por lo que le llamó la atención para hacerlo tema en esta ocasión.
Por su parte, Mario García de la Torre, secretario general del Comité Olímpico Mexicano (COM), agregó que la inauguración de la justa invernal fue emotiva, le gustó el desfile de la delegación nacional, además de vivir un momento histórico al verse a las dos Coreas juntas.
“Los deportistas están disfrutando de los Juegos. El uniforme es vistoso. A la gente le llama la atención lo que utiliza México”, concluyó.