Por: Nancy Grajeda
Ciudad de México.- Con una difusión masiva con miles de volantes difundidos en el Centro Histórico y en todas las delegaciones, antorchistas de la Ciudad de México exigen de una vez por todas al Gobierno capitalino, la restitución de las 300 viviendas demolidas por el gobierno perredista de Miguel Ángel Mancera, quien por vender el terreno que ocupaban las mismas, hace dos años mandó a demoler las casas, dejando a sus habitantes sin hogar y guareciéndose debajo de una lona, teniendo que soportar las inclemencias de tiempo.
Gloria Brito Nájera, dirigente estatal en la Ciudad de México, acusó que a pesar de las continuas promesas por parte del gobierno de la ciudad de reconstruir las viviendas, éstas han sido olivadas y las 300 familias de La Ciénega continúan viviendo en condiciones infrahumanas, a pesar de ser los legítimos dueños de sus terrenos y tienen documentos que así lo prueban, sin embargo, señaló que ésto le importó poco o nada al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, quien sin tocarse el corazón y velando sólo por sus intereses económicos dejó sin hogar a sus habitantes, algo totalmente injusto, dijo.
Manifestó además que la lucha para que Mancera y sus funcionarios cumplan su palabra de restituir las casas de los habitantes de La Ciénega no cesará ni la difusión tampoco, para que toda la ciudadanía capitalina se entere de la forma tan abusiva y poco ética como ha gobernado el PRD durante 20 años en la ciudad.
Además también señaló que el gobierno mancerista tiene secuestrados 6 millones de pesos que fueron gestionados hace cuatro años en el Congreso de la Unión por los diputados antorchistas, destinados para la construcción de la segunda etapa de la secundaria Wenceslao Victoria Soto, en Gustavo A. Madero, y que por normatividad fueron entregados en su momento al Gobierno captalino, quien ahora los retiene sin justificación alguna, entre otras exigencias.
Por lo que la líder social exigió a Miguel Ángel Mancera solución a todas y cada una de las necesidades planteadas porque esa es su obligación como mandatario, y que no se siga burlando de la gente pobre, sino que resuelva.