El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo un llamado al Congreso a extender el seguro provisional de desempleo a más de un millón de personas, que han permanecido sin trabajo durante más de un año.
“Tan sólo unos días después de Navidad, más de un millón de personas que viven en Estados Unidos han perdido un sustento económico vital: el seguro provisional de desempleo que ayuda a la gente a llegar a fin de mes, mientras busca trabajo”, dijo Obama en su mensaje sabatino.
“Los republicanos en el Congreso se fueron a su casa a celebrar las fiestas y dejaron que venciera la fecha de ese sustento. Y esa decisión dejará sin ningún tipo de ingresos a muchos de sus electores, que sin culpa alguna están sin trabajo”, indicó el mandatario.
El seguro expiró la semana pasada cuando los legisladores no lograron la continuidad de una ley federal de 2008, aprobada durante la recesión económica, que provee casi un año de ayuda, que inicia cuando los beneficios de desempleo del estado se agotan.
El Congreso deberá comenzar el año nuevo con el debate de extender los beneficios de desempleo para 1.3 millones de personas que carecen de empleo desde hace un año o más.
En su discurso de este sábado, Obama instó a los legisladores a restaurar esos beneficios.
“En estos momentos, un grupo bipartidista en el Congreso está trabajando para conseguir una extensión de tres meses para el seguro de desempleo; si la aprueban, la firmaré”, aseguró el presidente.
“Durante décadas, los republicanos y los demócratas han sabido poner a un lado sus diferencias partidistas e ideológicas para ofrecer seguridad a la población que necesita trabajo, incluso cuando la tasa de desempleo era más baja que la actual”, comentó.
“En lugar de castigar a las familias que menos se lo pueden permitir, los republicanos deberían proponerse como resolución de año nuevo hacer lo correcto y recuperar esa seguridad económica vital para sus electores inmediatamente”, expresó Obama.
Los demócratas argumentan que el prolongar el seguro de desempleo es necesario para sostener la recuperación económica y ofrecer un salvavidas a los que luchan por mantenerse a flote financieramente.
Los republicanos sostienen, en cambio, que los beneficios son una sangría económica y una falta de incentivo para que los estadunidenses busquen empleo.
La Oficina del Presupuesto del Congreso estimó que de continuar los beneficios de desempleo por otro año tendría un costo de unos 26 mil millones de dólares.