Por: Miguel Ángel Casique
El campo mexicano y la vigencia de Zapata.
Este martes 10 de abril se conmemoró el 99 aniversario de la muerte de Emiliano Zapata; muchos políticos se hicieron eco de esto, por ejemplo sólo hay que ver cómo en reciente gira por Veracruz y en Morelos el candidato priista, -que por cierto dijo le quitará la gubernatura a Graco Ramírez, pues en poco tiempo lo convirtió en uno de los estados más inseguros y violentos-, se comprometió a sembrar la semilla del progreso en el campo nacional.
Y es que tras los postulados del luchador campesino Emiliano Zapata, cada año, los políticos y candidatos vuelven a la carga y recuerdan que “la tierra es de quien la trabaja”, algo que aún está lejos de aplicarse realmente; por otro lado, observamos agrupaciones muertas políticamente como la CNC, que aún y con su reciente dirigente Ismael Durán, ni siquiera se acuerdan del luchador Emiliano Zapata.
Y bueno, algunos homenajes, a pesar de que sólo son burocráticos, lo cierto es que son también recordatorios de cuán vigentes son las banderas de lucha entre los campesinos del país; y aunque todos sabemos que el campo mexicano y su agricultura están en permanente crisis y que el campo sigue siendo el medio más importante para la sobrevivencia de los millones de mexicanos, sabemos también que hay problemas serios que no han sido atacados, no en años, sino durante décadas. A casi un siglo de la muerte de Emiliano Zapata, es un bueno momento para recordarlo, pero sobre todo para insistir que los gobiernos reflexionen y hagan compromisos serios para apoyar al campo mexicano y revertir la situación actual en la que se encuentra.
Y es que la crisis que padece en realidad es sólo parte de una crisis nacional en la economía mexicana y se convierte en un círculo vicioso, pues no se invierte en el campo y al no invertir tampoco hay un remedio efectivo para reactivar la economía a través de los productos agrícolas; incluso, el país se ha visto en la necesidad de importar muchos productos que en la actualidad forman la dieta de los mexicanos como el el caso del maíz. Ahora tenemos que importar maíz, aun y cuando su origen es mexicano. Curioso, ¿no?.
El campo hay que modernizarlo, usar la técnica, usar maquinaria reciente y aplicarle ciencia para que la productividad sea de altura y podamos competir con nuestros productos en el extranjero; aquí, un punto importantísimo es la concentración y reunificación de la tierra para conformar unidades de explotación rentables pues es ya una necesidad económica ineludible que tendrá que atenderse tarde o temprano. La tierra, aquí como en todo el mundo, se debe concentrar y estar en grandes extensiones para una mejor producción para llegar a la propiedad cooperativa, en lugar de la gran propiedad privada; esto aún se ve lejos, pero es hacia donde debería encaminarse el campo mexicano.
Los ejidos y la propiedad comunal, como está la tierra hoy en México, no son fuente de bienestar material y de independencia personal para el campesino, son por el contrario fuente de miseria económica y de sometimiento de políticos y de gobierno; repartir la tierra no sería, en este siglo, la mejor opción, pero al gobierno federal, estatal y municipal se les debe exigir que resuelva a fondo el problema de los campesinos, que les de tierra o les de un buen salario, además de impulsar verdaderos proyectos en el campo mexicano. El gobierno tienen la responsabilidad de hacer que la “explotación” de la tierra sea efectiva, eficiente y rentable que satisfaga en primer lugar las necesidades de los trabajadores del campo y, con su productividad eficiente, la economía de México.
El Clímax no político…
Nos comenta que en Puebla van seis meses de impunidad hacia los que asesinaron al alcalde de Huitzilan de Serdán, Manuel Hernández Pasión. Y es que la Fiscalía de Puebla, encabezada por Víctor Carrancá, no ha continuado con la investigación judicial y por esa vía está protegiendo a Guillermo Lobato, alcalde panista de Zacapoaxtla. La impunidad y protección de la Fiscalía poblana sigue hacia los caciques homicidas en donde también está Alonso Aco Cortés, éste último militante de Morena, ambos. Este martes 10 de abril se cumplieron seis meses del artero homicidio y las autoridades políticas y judiciales del estado de Puebla siguen sin aplicar la ley y sin hacer justicia a los familiares y miles de antorchistas huitziltecos y del país. ¿Tendrán alguna respuesta el gobernador José Antonio Gali Fayad o su Secretario de Gobierno, Diódoro Carrasco Altamirano?
A quién se le han complicado ya la cosas por su ineficiencia para gobernar es a la presidenta municipal de Pachuca, Yolanda Tellería Beltrán, pues se niega a ejecutar recursos para obras públicas como gimnasios al aire libre, áreas infantiles y pavimentación de importantes avenidas en colonas del municipio. La historia no es nueva, nos comentan algunos pachuqueños que las obras ya se encuentran autorizadas por el ayuntamiento, quien no ha respetado el recurso: “El recurso para la reconstrucción con pavimento hidráulico de la avenida principal es de un millón de pesos.
Sin embargo, la gestión se realizó hace años y ahora se encuentra en condiciones aún más deplorables… Por lo pronto ya cientos de habitantes anunciaron que ante la burla de la alcaldesa y ante su ineficiencia para atender las necesidades de la población el próximo 24 de abril habrá una protesta y posiblemente un plantón para que la alcaldesa Tellería Beltrán cumpla lo pactado; además, los afectados nos comentan que en al menos cuatro ocasiones que se han intentado concertar reuniones de trabajo, la funcionaria simplemente no asistió. Esto no es un buen clímax político para la capital pachuqueña. Por el momento, querido lector, es todo.
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