Miguel Ángel Casique Olivos
Chiapas emula represión de la CDMX contra estudiantes
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, el estado de Chiapas, junto con Oaxaca y Guerrero presentan el mayor deterioro laboral; según la fuente, a junio de este año el 68.8 por ciento de la población ocupada en el país ganaba sólo hasta tres salarios mínimos, alrededor de 7,952 pesos mensuales y la entidades que rebasaron el umbral son Chiapas, Guerrero, Oaxaca y también se suma Puebla.
Y es que la mayoría de los trabajadores de Chiapas y los estados mencionados, perciben un salario insuficiente para comprar la canasta básica alimentaria, además de que ahí se dan los ingresos más bajos del país, sumado a la mayor tasa de informalidad y los niveles más alto de población por debajo de la línea de bienestar mínimo, es decir, en pobreza extrema en cuanto a ingresos se refiere.
La situación en Chiapas es más delicada porque de los 1.9 millones de ocupados, al menos 80%, 1.5 millones recibe hasta 5,300 pesos al mes. Chiapas requiere atención debido a que sus bajos niveles de desempleo se acompañan de cifras altas de informalidad y actos delictivos, además de que el INEGI y el CONEVAL aseguran que en Chiapas prevalece la pobreza extrema.
Ahí mismo en Chiapas, se sabe que de cada 100 personas de 15 años, sólo 57 terminan la educación básica; 16 terminan la educación media superior y 11 concluyeron la educación superior; y por otro lado 15 de cada 100 personas no saben leer ni escribir, incluso especialistas han señalado en que el rezago educativo frena la productividad del estado, y en el caso de Chiapas la situación ha empeorado desde hace más de 10 años.
Ahí en Chiapas, el pasado viernes 17 de agosto, alrededor de las 2 de la tarde, un grupo de estudiantes del Albergue Rosario Castellanos, sufrió agresión e intimidación, y es que un grupo de 50 granaderos y 20 patrullas llegaron cuando jóvenes comenzaban a realizar una colecta pública, actividad que periódicamente realizan con la intención de recabar recursos económicos para ir mejorando su albergue estudiantil; actividad que no es un delito, pues hay instituciones como la Cruz Roja que realizan esta actividad.
En ese acto represivo, estuvo presente el Fiscal de la Procuraduría, Raciel López Salazar y el oficial mayor de la policía estatal, de nombre “Basilio”, ahí con este grupo de granaderos y patrullas, se les “notificó” a los estudiantes que no se podía colectar porque era una falta administrativa, pero que además, era un delito (sic). ¿Realizar colecta pública es un delito?; tanto el gobernador del estado como la policía estatal deben mostrar en qué artículo de la Constitución Política Mexicana o del Estado se prohíbe esa actividad, sino lo hacen quedarán exhibidos como represores contra esos estudiantes y que simplemente buscaron un pretexto para intimidar, amenazar y reprimir.
Nos comentan que los jóvenes apenas iniciaban con la labor, cuando arribó al lugar un destacamento de la policía municipal y estatal y que les impidieron realizar la actividad, con el argumento de que era delito colectar y mediante jaloneos, prepotencia y gritos no apropiados de quienes se encargan de ejercer el poder, mantener la paz pública y seguridad, los reprimieron.
Así entre los jaloneos y golpes, mientras los policías tiraban el agua que los jóvenes llevaban, uno de ellos gritó que “el presidente valía madre y que él no tenía poder”; que esa era una orden de la policía estatal y que no podrían realizar esa colecta; ¿en serio los policías estatales de Manuel Velasco Coello tratan así a la ciudadanía?, ¿hay una orden expresa del gobernador que ya está entregando la casa al gobernador electo Rutilio Escandón, de actuar así?, o es que… ¿En serio quiere terminar su mandato como un gobernador represor?
Los jóvenes del albergue Rosario Castellanos tienen el respaldo de la organización estudiantil “Rafael Ramírez” a nivel nacional, y casi de inmediato prestaron auxilio a sus compañeros del sureste del país; además, nos comentan que de ser necesario se gestaría un movimiento estudiantil que exija al gobierno del estado de Chiapas que deje de reprimir al estudiantado, pues además de que no se atienden sus necesidades educativas, se les prohíbe hacerse de recursos para poder continuar con sus estudios.
Llama también la atención que esta postura de la policía estatal de Manuel Velasco sea una emulación idéntica de lo que hace una semana sucedió en la Ciudad de México con la policía del Jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, donde también y con el mismo argumento de que la colecta es una falta administrativa, se llevó a la cárcel al menos una decena de jóvenes de la Casa de Estudiantes para Periodismo Hermanos “Flores Magón”. Los hechos narrados parecieran como si hubiera una línea dura contra la protesta y la actividad pública, ahora contra los estudiantes, pero quizá más adelante contra los colonos, maestros o campesinos que salgan a exigir sus derechos; para entonces, el pueblo debe estar consciente de que si los gobiernos se unen para coartar y reprimir los derechos de los mexicanos, el pueblo también debe estar organizado, unido y convertirse en una gran roca para hacer frente a esos malos e ineficientes políticos.
El clímax no político…
Habrá una fiesta de la música… Algo que no le gusta nada a los gobiernos en todos sus niveles, es que la gente se eduque y se dé cuenta de la realidad en que vive y, tras eso, unirse con otro más para pelar por lo que les corresponde como ciudadanos, para darse cuenta de esa realidad es necesario educarse y organizarse; para lo primero, se puede usar la cultura, y es por eso que el Movimiento Antorchista anunció la realización de su Concurso Nacional de Coros 2018, que se llevará a cabo el próximo domingo 26 de agosto en Huitzilan de Serdán, Puebla.
En este encuentro se esperan a coros de todo el país, que estarán formados desde 40 hasta 100 voces y que harán vibrar al auditorio “Máximo de la Cruz Rivera”, sede de este importante evento cultural. Nos comentan que desde hace algunas semanas, los coros monumentales de varios estados del país trabajan arduamente sobre las piezas que presentarán en el concurso convocado por esta organización política, que ha hecho del arte un arma despertadora de conciencias entre el pueblo humilde.
Niños, jóvenes, estudiantes universitarios y hasta colonos y campesinos, desplegarán su talento musical, como muestra del trabajo cultural que Antorcha realiza en todas las zonas en donde hace trabajo político. Por el momento, querido lector, es todo.