Miguel Ángel Casique Olivos
El poder es el poder.
Lo que sucedió en la semana anterior en las Cámaras de Diputados y Senadores, fue “inédito” o al menos recordó a los Congresos que se vivieron ya en décadas anteriores, en las décadas de los 70 u 80s, cuando existía una aplastante mayoría priista y una minoría de los otros partidos que ni uniéndose podrían ganar.
Hoy el fenómeno se repite cuando el PRI, PAN y PRD deben o tendrán que “aceptar” lo que Morena diga, estén o no de acuerdo, simplemente porque son minoría; incluso, se comenta que los primeros discursos que se dieron por parte de los panistas o perredisas, en estos primeros días, fueron totalmente ignorados y pasaron desapercibidos, simplemente por ser minoría, eso pasó por ejemplo con Claudia Ruiz Massieu cuando leyó un posicionamiento del PRI.
Pero, fuera de esto, lo que vemos y se deja sentir en ambos recintos es que el “poder es el poder” y de eso no se salva ningún diputado o senador; y ya se siente también como, tanto Ricardo Anaya que es el Coordinador morenista en el Senado o Mario Delgado, en la de Cámara de Diputados, deben trabajar mucho y con cuidado para poder controlar a los legisladores que rápidamente les salió la ambición por alguna comisión o Secretearía.
El esquema de control absoluto lo tiene Morena y se repite como antaño, solo que ahora con un color diferente; la ambición que genera el poder político en la mente de los diputados también se repite, pero ahora con la interrogante de si López Obrador y sus Coordinadores podrán controlarlos como lo hizo el priismo que hoy no se resigna a morir y que difícilmente pudo hacer en el sexenio que casi concluye.
La ambición y ansia de poder de los integrantes del partido mayoritario no parecen ser diferentes a pesar de que se “reduzcan” los recursos y de que exista una “austeridad en los recursos que se destinaba en San Lázaro hacia las comisiones o hacia las actividades de los diputados. Pero se sabe que en la Legislatura que concluye existieron un total de 187 comisiones legislativas, 102 en la Cámara de Diputados, 80 en la de Senadores y más de 5 comilones bicamerales. ¿Esto va a continuar?
Lo que se ha visto en las primeros días en los grupos parlamentarios, previo a la entrega del último y 6to informe de Enrique Peña Nieto, es que aunque se hable de austeridad y se prometan cambios en el gobierno, “el poder es el poder” y ningún partido, y mucho menos los morenistas están preparados para no disputarse las presidencias de las Comisiones como ya ocurre con Américo Villarreal y Miguel Ángel Navarro que pelean la Comisión de Salud.
Ya muy a prisa, se comenta que “¡Es un honor, estar con Obrador!”, no es más que una nueva forma y máscara de expresar el sentimiento de la nueva “Mafia del poder” a la que faltaría ver en los próximo meses y años qué tanta capacidad tiene para proponer verdaderas políticas públicas para sacar al país de su principal problema, la pobreza extrema.
El clímax no político…
Y qué pasó con la austeridad… no, no pasó nada, todo o la mayoría de las cosas van a seguir igual, hoy vemos como a los senadores les tienen preparado ya un recibimiento, además de su primer pago mensual de 118 mil pesos, a cada uno de los 128 integrantes de la 64 Legislatura podrá recibir otros 392 mil pesos de bonos y apoyos para iniciar su trabajo y es que a través de un oficio de la Secretaría General de Servicios Administrativos se revela que los nuevos senadores podrán gozar de 250 mil pesos por “Apoyo para el Trabajo Legislativo y de Gestión”.
Y para los amantes del canto, este lunes 3 de septiembre, se lanzó la convocatoria para el VII Concurso Nacional de Voces 2018 que se realizará en el Auditorio “Gota de plata”, en Pachuca, Hidalgo, allá en la tierra del priista Omar Fayad, que por cierto no ha querido atender las demandas de obras y servicios que le piden miles de hidalguenses, además de que le exigen que cumpla acuerdos del 2017 y ejecute obras, incluso, con recursos que fueron etiquetados y que no se sabe en dónde están.
El evento será el 29 y 30 de septiembre y se espera que no sea solamente un concurso cultural, sino un encuentro donde las voces de los artistas se sumarán al grito de exigencia y de justicia, unas voces que cantarán al pueblo hidalguense y le dirán ¡el canto también exige justicia y atención de los malos gobiernos!. Por el momento, querido lector, es todo.