Eduardo Sadot
La doctrina Estrada sostiene la política de no intervención de ningún país en las decisiones de los pueblos y el respeto a los gobiernos emanados de un legitimo proceso electoral, sin embargo, cómo puede calificar esto un gobernante, qué indicadores debe tomarse en cuenta para formarse un criterio. En muchos países el arribo al poder de sus gobernantes se ha visto manchado por la imposición de dictaduras disfrazadas de democracia, pero cómo creer a los medios de comunicación o a las opiniones de las disidencias. El desarrollo de redes sociales y de la comunicación nos acerca más a las realidades de los pueblos y eso es un indicador a considerar.
El presidente de Venezuela Nicolás Maduro ha manifestado su intensión de asistir a la toma de protesta del próximo presidente de México, no obstante el rechazo de su pueblo, el venezolano y una parte del mexicano, que se ha hecho evidente en las redes sociales de aquel país y en México.
Recientemente se realizo una encuesta por el partido MORENA, otorgándole calidad de “Consulta Popular” no obstante, que la Constitución en su artículo 35 y en la Ley Federal de Consulta Popular del 14 de marzo de 2014 existe y regula esa participación ciudadana, otorgándole rango vinculatorio a sus resultados.
El caso de Nicolás Maduro debiera ser consultado al “pueblo sabio”, si debe ser admitido en territorio nacional por las autoridades mexicanas, no nos referimos a que si el presidente electo lo invite o no a su toma de protesta, en pleno uso de sus derechos, pero ahí los partidos políticos y la sociedad debieran convocar a una consulta popular – no la invitación – pero si el beneplácito del ingreso de ese señor a territorio mexicano, inclusive en ese caso, el presidente decidirá si considera su resultado de carácter vinculatorio.
Algunos panistas como Damián Zepeda del PAN se ha pronunciado abiertamente en contra de la asistencia de Nicolás Maduro, pero los demás partidos guardan silencio cómplice.
Los gobiernos, a veces no son lo mismo que los pueblos ni los intereses de los gobernantes son los mismos que los de los pueblos, lo que significa que cabe la posibilidad de que los pueblos se hermanen y los gobiernos no. México es amigo del pueblo de Venezuela, pero no necesariamente de su gobierno. El gobierno mexicano, siendo muy puritano y respetuoso de la doctrina Estrada y del gobierno Venezolano, debido a su alta responsabilidad no podría manifestarse ni censurar o juzgar a un gobernante como Maduro, pero el pueblo si puede declararlo “non grato” por solidaridad con el pueblo Venezolano, basta que organizaciones populares o partidos políticos realicen otras encuestas y que sea reconocida como Consulta popular vinculatoria y por votación se exija al Congreso de la Unión, a petición de su pueblo, no permitir a Maduro pisar suelo mexicano. La pregunta es si tendrán el valor de convocar a ello o les vale. O de plano, se consideran incapaces de oponerse y demostrar el musculo que les queda, si aún creen que les queda algo, o conscientes de su debilidad e incapacidad, no respaldan al pueblo Venezolano, que necesita de la solidaridad de los mexicanos, no necesariamente de su gobierno, recordemos el famoso poema, atribuido a Bertolt Brecht que fue realmente creado por el pastor protestante alemán Martin Niemöller, “Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista, Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista, Cuando vinieron a buscar a los judíos, no pronuncié palabra, porque yo no era judío, Cuando finalmente vinieron a buscarme a mi, no había nadie más que pudiera protestar.” (Foto Laverdadnoticias.com)
