Vladimir Galeana
México atraviesa por momentos difíciles y y de incertidumbre económica porque los mercados no están por el momento favoreciendo al proyecto de gobierno puesto en marcha por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a causa de la impericia del titular de la Hacienda Pública Carlos Manuel Urzúa Macías, quien hasta ahora no atina a maniobrar adecuadamente las reacciones que provocan los procesos de la economía y los mercados.
Cualquier gobierno que inicia, puede presentar procesos tambaleantes en el control de las divisas, así como provocar un inusual comportamiento de los mercados internos, y hasta la disminución en la recaudación de los haberes públicos, lo que provoca daños en los proyectos gubernamentales que se tienen que capitalizar en el corto plazo para la satisfacción de los mercados internos y el aprovisionamiento de las estructuras encargadas del bienestar poblacional.
Por lo pronto la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe anunció la actualización de las proyecciones de crecimiento económico para México, y se confirma que ajustó sus expectativas a la baja para el cierre de este año, con lo que disminuyó al 1.7 por ciento las expectativas de crecimiento, lo que significa un duro golpe para los encargados del manejo de la política financiera y quienes tendrán que poner mayor atención en los mensajes que provienen del exterior.
Y no hay que ser muy experimentado para encontrar el origen de este tipo de eventualidades, ya que a partir de las decisiones coyunturales que está tomando el Presidente Andrés Manuel López Obrador es que los mercados entraron en una etapa de incertidumbre, pero sobre todo, no podemos dejar de poner atención en la circunstancia que se presenta con el llamado de atención que han realizado muchos de los analistas nacionales e internacionales hacia el comportamiento del mercado interno y pro consciencia los vaivenes de los mercados externos.
Fue en diciembre pasado cuando se presentó el informe anual “”Balance Preliminar de las Economías de América Latina y El Caribe 2018, donde se estableció un crecimiento del 2.1 por ciento para la economía Mexicana al cierre de 2019, pero también advirtió que entre los principales riesgos para el país estaban las percepciones de los inversionistas acerca del rumbo que impondrían las nuevas políticas económicas puestas en práctica por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Pero otra cosa que abona a ese clima de incertidumbre ha sido la baja en los ingresos petroleros y los retrasos en la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, además de las preocupaciones sobre la evolución de la economía de China y la incertidumbre que en la geopolítica ha provocado el Brexit. No hay buenas noticias para México, y eso quiere decir que el Presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá que hacer ajustes a su estrategia económica.
Al tiempo.
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