Miguel Ángel Casique Olivos
Combatir la pobreza o negarla con estadísticas
Según el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) de 2019, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de Oxford (OPHI), México se encuentra en el lugar 35 de los países con mayor pobreza en el mundo, datos de 101 naciones de Latinoamérica; y en el Caribe se encuentra en el sitio número 11 de 19.
En el planeta existen alrededor de siete mil 550 millones de personas, de las que poco más de 126 millones viven en México, de acuerdo con datos de la ONU y del Banco Mundial. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha señalado que del total de la población mexicana, 43.6 por ciento vive en condiciones de pobreza (aproximadamente 53.4 millones de personas) y un 7.6 por ciento se encuentra en condiciones de pobreza extrema (9.4 millones de mexicanos), cifras que ya se quedan cortas pues la realidad dice que al menos unos 80 o casi 100 millones de mexicanos viven en algún grado de pobreza, siendo Oaxaca, Chiapas y Guerrero donde se encuentran los 11 municipios más pobres.
En México, el Coneval ha sido, al menos hasta hoy, una de las instituciones con mayor credibilidad en el manejo de los datos de crecimiento o disminución de la pobreza; también han sido útiles sus las recomendaciones a los gobiernos Federal, estatales y municipales. Antes de las elecciones federales de 2018, al referirse al “Informe de Evaluación de las Política de Desarrollo Social”, el exfuncionario hizo recomendaciones a todos los candidatos participantes en la contienda. Hace unos días su el extitular, Gonzalo Hernández Licona, fue destituido por el Presidente.
En mayo de 2018, entrevistado por la periodista Francis Martínez, el Doctor Licona sostenía que la pobreza refleja y resume otros problemas, “en los niveles de la pobreza uno puede resumir y recoger problemáticas del país en muchos ámbitos: la pobreza está midiendo y materializando problemas económicos del país, problemas en el ejercicio de los derechos del país y de la población y en la falta de crecimiento y generación de empleo. La pobreza es el indicador que resume lo que le ha pasado a la nación en los últimos años, nos muestra un conjunto de elementos en que México no ha avanzado de la mejor manera”.
El investigador, con una gran trayectoria y tras permanecer al menos 18 años como titular del Consejo, no dudó en señalar que la pobreza ha crecido cuando hay crisis económicas, inflación y crecimiento en los precios de los alimentos, “para bajar la pobreza de manera contundente en los siguientes años, México necesita reforzar el trabajo en mejorar la cobertura básica de los servicios básicos en materia de salud, educación, vivienda; hay que poner atención en el ingreso de los hogares”; pero el gobierno morenista prefirió cerrar los ojos a estas recomendaciones; por esos días de campaña electoral, Licona aseguraba que “el Coneval quiere que los siguientes gobiernos pongan especial atención en tener como objetivo elevar el ingreso de los hogares, sobre todo los que menos tienen”.
Para él era de suma importancia que los gobiernos entrantes reforzaran estrategias coordinadas para abatir la pobreza y la pobreza extrema, tomando en cuenta la medición de este indicador en el país.
También recomendaba, a largo plazo, que los gobiernos realizaran “esfuerzos en políticas públicas con programas presupuestarios y programas de inclusión para tener un país con igualdad de oportunidades para todos y con una arquitectura de protección social con un sentido más universal, no fragmentada, que trate a la gente con igualdad.”
En ocho meses, el gobierno morenista ha hecho todo lo contrario y la cereza del pastel es la destitución de Gonzalo Hernández Licona; tras su destitución arbitraria e injustificada, AMLO pasará del “combate” a la pobreza, a su ocultamiento; pero los problemas seguirán ahí. Un Presidente que no sabe nada de economía y de administración pública está incapacitado para gobernar correctamente y menos corregir el rumbo del país. AMLO va contra la historia, la realidad y el pensamiento científico.
La pobreza seguirá siendo un reto principal y un obstáculo gigante a vencer; pero para hacerle frente se necesita a otro gigante y no a un liliputiense como López Obrador. Por el momento, querido lector, es todo.