Miguel Ángel Casique Olivos
Justicia por propia mano, ¿culpa de la autoridad?
El alcalde del municipio de Las Margaritas, Chiapas, Jorge Luis Escandón Hernández, fue sacado a la fuerza del Palacio Municipal, debido a que no ha cumplido con obras prometidas, y fue arrastrado con una camioneta, esto como “muestra y escarmiento” de la inconformidad de la población.
El hecho de que pobladores de ese estado o en algún otro, se ha hagan justicia por propia mano, demuestra qué tan descompuesta está ya la sociedad y todo orillado hasta aquí por los malos gobernantes que ha tenido y sigue teniendo México.
La expresión y la acción de la gente, aunque no es la correcta ni mucho menos la más adecuada, incluso, puede ser sancionada, pues es atentar contra la vida y la integridad física de un ser humano, lo cierto es que la población, muchas veces ya enardecida, no se detiene a reflexionar lo que realiza; lo que le interesa, de momento, es encontrar un culpable de su mala situación económica por la que sufre su familia.
Los sucesos en la zona no pasaron a mayores porque policías de Las Margaritas, rescataron al alcalde Escandón Hernández; y, tras los hechos, incluso, hubo al menos 30 detenidos y 20 heridos; aunque nadie dice nada, como siempre, sobre lo que los pobladores reclaman, que el alcalde no ha cumplido con lo que prometió en campaña, sobre todo en pavimentaciones.
Dado que en México hacerse justicia por propia mano está penado, y como siempre las leyes se han hecho sin favorecer al desvalido, al sin derechos que viene siendo la mayoría de la población, las interrogantes seguirán estando en el aire, ¿quién le hará justicia al pueblo cuando se vean atacados y amenazados sus derechos mas elementales como tener una vida digna con vivienda, educación, agua potable, electrificación, cultura, deporte etc.? ¿quién hará que los gobernantes, de todos los niveles, cumplan con lo que prometieron en campaña los ciudadanos? y, sino cumplen, ¿quién los sancionará?
Las respuestas no son tan difíciles de responder, y quien tiene que castigar al mal gobernante es el pueblo educado y organizado, y no lo castigará con agresiones o maltratos físicos, sino simplemente destituyéndolo cuando este no cumpla con labor para la que fue electo; lo castigará con la misma fuerza y decisión que lo llevó al poder. Y si el gobernante se resistiera a abandonar el poder, el pueblo simplemente tendrá que buscar otra opción para hacerse escuchar para que se hagan valer sus derechos.
El clímax no político…
A quien si ya se le está apareciendo el diablo es al gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco, pues algo que ya se sabía a voces hoy es ventilado en varios medios de comunicación; que está gobernando con tíos, cuñados, primos y medios hermanos, uno de estos últimos es Ulises Bravo que se comenta no sólo interviene en la toma de decisiones en la Administración del ex futbolista, sino que también lo hace en el Congreso y además colocó a su parentela en diversos puestos de la administración morelense.
Ulises Bravo es el poder tras el trono, y dicen se ha reunido con titulares del gabinete estatal y que, incluso, les pide informes mensuales de sus actividades; pero él también es el que controla las adjudicaciones de obra pública y el que decide en el Congreso local. Incluso, colocó a su esposa Liu León Luna como representante del Poder Ejecutivo de Morelos en la CDMX. Lo bueno es que la 4T, si está realizando grandes cambios en su forma de gobernar, si no, imagínese usted querido lector. Por el momento, es todo.