María Esther Beltrán Martínez Fotos: Daniel Pérez. Teatro Cervantes
Málaga, España.- Se presentó en el Teatro Cervantes de Málaga: Fidelio, única ópera que compuso Beethoven concebida como una unidad estructural a gran escala siguiendo el patrón mozartiano. Y es la obra con la que da inicio a la 31 Temporada Lírica en el Cervantes.
“Fidelio hay que verlo desde la perspectiva de la ilustración: es decir, desde el clasicismo vienés posterior a Wolfgang Amadeus y en ningún caso dede Wagner; esta es una tentación en la que caen muchos a la hora de interpretar esta ópera…Más allá de la sublime categoría de su música y de su arrolladora fuerza dramática, la única ópera de Beethoven es una verdadera proclama feminista y libertaria”, expresa José Luis Téllez,musicógrafo.
Explica que lo moderno en Beethoven es el uso que hace de las dinámicas, lo que confiere a su música una fuerza inusitada. Lo novedoso de él es la fuerza sonora de su discurso, por ejemplo el tratamiento que hace de las trompas en el aria de Leonore.
Una historia con gran punto feminista y libertaria, donde el papel de la mujer es primordial como valeroso ante sus deseos y querer salvar lo que ama.
Fidelio tuvo dos presentaciones con funciones agotadas, desde primeras horas de abrir la taquilla se agotaron y no sólo por la historia que se presenta sino por la calidad vocal del elenco. La soprano malagueña Berna Perles en el rol de Leonore/ Fidelio, la valerosa mujer que disfrazada de muchacho que da título a la obra trata de rescatar a su esposo, Florestan de la cárcel en la que está encerrado.
El prestigioso director de escena José Carlos Plaza y el maestro Manuel Hernández Silva subrayan ese canto a la justicia y a la libertad con un montaje dominado por la lúgubre prisión, un espacio vacío encerrado entre dos enormes bloques metálicos cuyos muros derribará la luz y el aire fresco del amor auténtico de Leonore, erigida así en ariete contra el oscurantismo y portavoz de los principios de la Ilustración.
Es una producción escénica del Teatro de la Maestranza de Sevilla y musical del Teatro Cervantes. El tenor César Gutiérrez encarna al prisionero ‘Florestan’, mientras que ‘Rocco’, el jefe de los carceleros, está interpretado por el bajo Tijl Faveyts. La soprano Beatriz Díaz es ‘Marzelline’, hija del carcelero y enamorada de ‘Fidelio’, mientras que el conserje ‘Jaquino’ está interpretado por el tenor Pablo García López, el barítono José Antonio López es ‘Don Pizarro’ y el bajo Luis López ‘Don Fernando’, con el tenor Jesús Gómez como ‘primer prisionero’ cerrando el elenco de voces solistas.
La Orquesta Filarmónica de Málaga en el foso y el Coro de Ópera de Málaga, que dirige como es habitual la batuta de Salvador Vázquez.
El vestuario de Pedro Moreno, la escenografía e iluminación de Francisco Leal y la labor de Gregor Acuña-Pohl como ayudante de dirección de Plaza merece una reconocida ovación. Un vestuario sencillo y una iluminación lúgubre dan la atmósfera del encierro y el despojo de la cárcel. Además que la escena final donde se ven edificaciones significativas de Sevilla dan el punto de excelencia en este montaje.
Fidelio es una ópera que en todo momento te mantiene alerta. Sin duda la escenografía es muy creativa y da los elementos necesarios para desarrollar la historia, por lo que fue un acierto comenzar con esta puesta la Temporada Lírica de Málaga.