Por Nidia Sánchez
Ciudad de México.- Con la presencia de elementos de la Guardia Nacional (GN), la Catedral Metropolitana, abrió el ala derecha donde se encuentra “El Sagrario” que da hacia la zona del Templo Mayor.
Se nota en calles aledañas mayor movimiento en el comercio ambulante del centro histórico, muy disminuido de lo que fue en el pasado y ahora con la nueva normalidad.
Algunos feligreses notaron sorprendidos la presencia de la GN y una puerta abierta de la Catedral, a donde se permite el acceso con el uso del cubrebocas.
La presencia policiaca en esta zona es evidente, más todavía tras el atentado reciente al titular de la secretaría de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch.
El recito de “El Sagrario” por dentro está semivacío, y las que vagan con libertad en el atrio son las palomas. Da la bienvenida un joven haciendo uso de las normas establecidas, con gel para aplicar en las manos y un aparato para medir la temperatura.
Hay señalamientos que indican el área de acceso y en las bancas con una “X” el área que debe permanecer libre.
No había ninguna celebración, algunos arreglos florales habían comenzado a secarse, la majestuosidad de la arquitectura y un lugar en el que sentirse seguros, hacía que los visitantes permanecieran por largo tiempo.
A la vista solo había tres personas, inicialmente solo era uno. Un seminarista entró para preguntar por algunos cirios y poco después se marchó en compañía de un amigo.
El centro es imparable y aun cuando están cerrados la mayoría de los comercios, algunos han comenzado a operar a riesgo de alguna llamada de atención de las autoridades.