Laura Castillo García
“Crónica de un atraco anunciado”, así calificó el diputado local, Telésforo García Carreón, la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, por parte de los diputados federales de Morena, quienes sin cambiar una sola “coma” a la propuesta del presidente López Obrador, llevaron a cabo una práctica que en años anteriores criticaron hasta el cansancio: levantar el dedo para cumplir las órdenes que se les dieron desde el mismísimo Palacio Nacional.
En un contexto nacional en el que nuestra economía se contrajo 18 por ciento -baja nunca antes registrada en el país- y que, por tanto, México bajó del lugar 12 al 16 en el ranking de las economías más grandes del mundo; en que más de 96 mil mexicanos han perdido la vida a consecuencia de una pandemia por Covid-19 mal manejada, no es sorpresa que las cifras económicas del país sean alarmantes: pérdida de más de 12 millones de empleos, de los cuales 3 millones sobrevivan en empleos informales y tampoco es sorpresa que 10 millones de mexicanos de clase media pasaran a engrosar las filas de la pobreza.
Los que todavía creen en los buenos deseos y sueños guajiros de López Obrador, pensarían que él, y su secretario de Hacienda, invertirían inteligentemente los dineros públicos de la nación -que generamos todos los mexicanos con nuestros impuestos- para reactivar la economía a través de construir obras, generar fuentes de empleos, fortalecer el sistema de salud para que combata el mortal virus y destinar una partida presupuestal para dar seguridad a todos los gobernados.
Pero no, no es así mis queridos chairos (los quiero porque con su mala interpretación de la realidad y de su presidente, muchas veces me provocan carcajadas liberadoras que me llevan a pensar no solo en el malísimo sistema educativo nacional, sino que el país vive una etapa tan mala, que me afianza la convicción de seguir luchando para cambiarlo). Así, mis queridos chairos: lamento decirles que esos dineros no serán invertidos para beneficio de todos los mexicanos, sino solo para unos cuantos con relación a los 130 millones que habitamos el país; sí, unos cuantos que son beneficiados con los programas sociales clientelares de López Obrador.
Una y otra vez, profesionistas de distintos ramos le han explicado al presidente López que los programas sociales no acaban con la pobreza, sino que solo sirven para generar simpatía y dependencia hacia él, su gobierno y su partido, quienes son los beneficiarios de la compra de conciencias y votos. Y no obstante que los especialistas han explicado miles de veces, y en diferentes tonos, ese fenómeno, el presidente sigue su camino como lo hacen los niños en sus juegos: voy derecho no me quito, si me pegan me desquito. Y vaya que se desquita nuestro irracional presidente; pregúntenselo a todos aquellos a los que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) les ha congelado cuentas por el solo delito de denunciar sus irracionales y arbitrarias medidas.
Así, pues, los dineros que son de todos los mexicanos, serán utilizados una vez más para fomentar la simpatía hacia la persona de López Obrador y su partido Morena, porque, aunque digan que son democráticos, tratarán de retener el poder a como de lugar, pues no están dispuestos a dejar de vivir del presupuesto, que tanto criticaron también. Ya se acomodaron y, para ellos, perder el poder sería una verdadera tragedia.
En fin, por la falta de presupuesto para obras -porque a los gobernadores y municipios les recortaron el 6 por ciento de la partida presupuestal nacional que les corresponde-, por tercer año consecutivo no les llegarán 1, 600 obras a los mexiquenses de comunidades organizadas con Antorcha, entre las que se encuentran: 614 de agua potable y drenaje, 700 de infraestructura educativa, 350 de redes eléctricas y 986 de pavimentos y construcción de vialidades. Y tampoco habrá para darles seguridad pública, así que, López Obrador nos está entregando en bandeja de plata a la delincuencia.
En efecto, como dijo el diputado local Telésforo García Carreón: los diputados federales de Morena están cometiendo un atraco y a ojos vistas. Por ello, los antorchistas seguimos insistiendo en la formación de un Frente Nacional de todos los agraviados por López Obrador y su 4T, a fin de que en las elecciones intermedias de 2021 los mandemos al rancho del presidente.