Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando claro” de abc Radio que conduce Manuel Aparicio.
(Fotografía Los Ángeles Times)
Es indudable la relación que tienen, hasta ahora, los presidentes Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador, la extraña decisión que se tomó para retirar los cargos de narcotráfico y lavado de activos al ex secretario de la Defensa durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, Salvador Cienfuegos, aunque deja muchas dudas, solamente podría ser un acuerdo entre los presidentes del México y Estados Unidos.
En México se hablaba ya de que al interior de las fuerzas armadas había inconformidades latentes, por acciones tomadas por parte del actual gobierno, sin embargo lo que derramó el vaso de inconformidades, seguramente fue la detención de Salvador Cienfuegos en los Estados Unidos, no por el militar que era, no porque fuera Salvador Cienfuegos y sí por la investidura que representaba ese militar, el haber sido secretario de la Defensa Nacional.
Se tenía que encuadrar en el marco jurídico de los acuerdos bilaterales, por ello el fiscal William Barr y Alejandro Gertz Manero, en declaraciones hicieron saber que se tomó la decisión, en reconocimiento a la fuerte alianza en la aplicación de la ley, entre Estados Unidos y México, y con el interés de demostrar un frente de unidad en contra de todas las formas de criminalidad, y aunque Marcelo Ebrard afirmó que no lo veía como un acto de impunidad, sino como un acto de respeto a México y a las fuerzas armadas del estado mexicano, por lo menos el presidente López Obrador no lo tomó así cuando se conoció la detención de Salvador Cienfuegos.
López Obrador aunque calificó como lamentable y un caso inédito la detención en Estados Unidos, del General retirado y ex secretario de la Defensa Nacional, anunció una limpia en la Secretaria de la Defensa Nacional, para evitar que cercanos al ex secretario continúen al mando de funciones estratégicas.
No se sabe de esa limpia en las fuerzas armadas.
Estamos a unas cuantas semanas de saber la reacción que tendrá el gobierno de Joe Biden, ante la determinación que al respecto tomó el gobierno que todavía encabeza Donald Trump, ya que el mismo canciller, Marcelo Ebrard, declaró que no dialogó sobre el caso de Salvador Cienfuegos con Joe Biden ni con nadie de su equipo, ha trascendido en el medio político de los Estados Unidos, que hay una evidente irritación y enojo y la reacción del nuevo gobierno de los Estados Unidos está latente y seguramente no será muy tersa.
La relación de México con los Estados Unidos se ve venir compleja considerando, que el presidente Andrés Manuel López Obrador, está entre los tres mandatarios que no han querido reconocer el triunfo de Biden.
(Fotografía Infobae)
Joe Biden, luego de un complejo proceso electoral, ya como presidente electo de Estados Unidos, deberá tomar posesión de su cargo el próximo 20 de enero para poder gobernar durante los siguientes cuatro años, entre sus planes está “normalizar” la relación comercial de México con Estados Unidos, y con más presión seguramente, en derechos laborales y medio ambiente y claro, ahora también en la cuestión de justicia y cooperación bilateral en cuanto a hechos criminales.
El caso del General Cienfuegos no ha terminado, vienen otros episodios con el nuevo gobierno norteamericano.
