Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México, (BALÓN CUADRADO).– El futbol mexicano es una permanente caja de Pandora. Característica del albañal de mediocridad donde bucea históricamente. Balompié nacional plagado de opacidad, corrupción, lavado de dinero y nula ética.
De cara al torneo Guardianes 2021 llegaron tres directores técnicos –a los equipos más poderosos de la Liga Mx– que se atisban como lucecitas al final del tenebroso túnel del balón: Javier Aguirre, Monterrey: Santiago Solari, América; y Juan Reynoso, Cruz Azul.
De ellos, Reynoso, 51 años de edad, se sacó la rifa del tigre, como se dice popularmente. Vestido simbólicamente en ropas talares intentará exorcizar al verbo cruzazulear –también conocido como frustrazul–. Vergonzante palabra que resume 23 años de Cruz Azul sin conseguir título de liga, pese a una multimillonaria inversión a cargo de la directiva encabezada por Guillermo Álvarez Cuevas, sobre quien pesa orden de aprehensión por delincuencia organizada y recursos de procedencia ilícita.
Tampoco tiene los relectores mediáticos del Vasco —con salario de casi cuatro millones de dólares anuales, unos 80 millones de pesos-– y Solari –cuyo ingreso se desconoce–, tras su paso por el futbol español. Quizá sea una relativa ventaja para lograr la ansiada novena estrella que sigue colgada del celeste firmamento. Sin que alguien pueda bajarla. Que se ha convertido en maldición gitana.
Para combatir los malos manejos y la corrupción en el seno del equipo albiceleste, el estratega peruano –con simbólicas ropas talares– echará el agua bendita de la austeridad para intentar devolver a sus raíces al equipo cementero. De entrada, no pidió refuerzo alguno.
De 1997 a la fecha han pasado 15 estrategas por el banquillo celeste. Y en la última década Billy Álvarez invirtió 100 millones de dólares –casi dos mil millones de pesos– en compra de jugadores. Muchos de ellos a sobreprecio.
Juan reemplaza a Robert Dante Siboldi. El técnico uruguayo renunció –con una dignidad que sonó impostada– al cargo, a mediados de diciembre, después de que el club fue eliminado en las semifinales del torneo tras desperdiciar una ventaja –casi irremediable– de cuatro goles frente a Pumas.
Y regresa a Cruz Azul luego de un breve paso por Cruz Azul Hidalgo (filial de Segunda División) en el 2013. Tuvo una efectividad de 35% en 40 partidos jugados. Con clubes de primera categoría, consiguió cinco títulos; tres en su natal Perú.
Hizo que el Puebla volviera a una liguilla después de cinco años de ausencia, con la segunda nómina más baja de La Liga Mx, durante el torneo Guardianes 2020.
“Es más fácil tomar las riendas de América, Tigres o Monterrey, a pesar de que tienen gran presión de sus exigentes aficiones y directivas”, analiza hoy el diario La Jornada en su columna semanal de futbol.
“Porque”, argumenta, “en la Liga Mx el Cruz Azul se ha convertido en un enigma, un caso para el diván y blanco favorito del bullying.”
La cúpula actual, agrega el periódico, se esforzó en hacer una “transición de terciopelo” pese a la resistencia de la gestión anterior, mientras Siboldi «casi se vestía de luces» en el Guardianes 2020, donde acarició el título.
«¡Bienvenido a casa, Juan!», publicó la directiva de Cruz Azul en un comunicado el sábado por la noche en redes sociales.
Arengó:
«Sabes lo que significa portar con orgullo nuestra camiseta, de la exigencia y del compromiso que tenemos de darlo todo por nuestra gran afición».
«Esperamos”, agregó el equipo, “que, con mucho trabajo y disciplina, acompañado de este gran grupo de jugadores y el apoyo de la gran familia celeste, busquemos en todo momento los triunfos y el tan anhelado campeonato.”
Con sorna, La Jornada estima que el ex capitán celeste “aspira a hacer otra hazaña” con unos cementeros por ahora “más prestos a defender su honor” en redes sociales que en la cancha. Opina que “la humillante paliza sufrida frente a Pumas nadie la borra, fue un episodio infausto que hizo perder la fe entre miles de sus aficionados.”
Recuerda que, tras el “increíble evento y la polémica posterior”, incluso, tuvo que salir la Federación Mexicana de Futbol “a defender el ideal de juego limpio”.
No cabe duda, puntualiza, que La Máquina es un “reto para cualquier estratega con hambre de subir sus bonos. Decenas de ellos quisieran tener una oportunidad, porque quien logre sacarlo del pasmo se vestirá de gloria.”
Austeridad republicana
La confirmación de Reynoso como entrenador de Cruz Azul abre un panorama de renovación en el club: dejar de lado los fichajes mediáticos y apostar por gente de casa.
Todo indica que, siguiendo el ejemplo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, echará mano de una especie de austeridad republicana del balón.
“No necesitan fichajes bomba, tienen un buen plantel y la continuidad va a ser importante. Esto hace pensar que pueden retomar lo que hicieron en sus épocas de gloria”, opina Ángel Palma, especialista en imagen pública en el futbol, en entrevista con El Economista.
Esta política deportiva busca contrarrestar no solo los 23 años de sequía, sino también los gastos desmesurados, ya que durante la década 2010-2020, La Máquina tuvo el peor balance financiero de compras y ventas de jugadores de la Liga MX con una cifra de -99.87 millones de dólares–, 83 millones más que el América, con el récord de títulos, 13, en el balompié local.
Walter Montoya, Bryan Angulo y Martín Cauteruccio se encuentran entre los 10 fichajes más caros durante los 32 años de gestión de Billy Álvarez. Ninguno de ellos logró un solo torneo con más de cinco goles.
“Comprometidos con eliminar de una vez por todas de nuestra institución los vicios de la simulación y la mentira, el equipo y su salud financiera deberán ponerse por encima de los oscuros intereses de comercialización que tenían como criterio cuando se compraba muy caro y se vendía muy barato”, declaró Víctor Velázquez, presidente del consejo de vigilancia de Cruz Azul, después de la eliminación ante Pumas en la liguilla del Guardianes 2020.
Para el 2021, Pumas y Cruz Azul son los únicos equipos que no registran altas de jugadores a cinco días de que arranque la liga. La única baja confirmada para los cementeros es la del ecuatoriano Jonathan Borja.
La única alta para Cruz Azul es la de Reynoso como técnico. Fue confirmado después de que sonaron Hugo Sánchez, Miguel Herrera y Matías Almeyda, personajes mediáticos.
Al contrario de ellos, Reynoso tiene un perfil discreto y procede de un club de menor presión, lo que resulta favorable en opinión de Ángel Palma y discrepa con La Jornada:
“Ayuda que no sea un tipo mediático. Es un técnico infravalorado. No se le puso mucha atención a su trayectoria en Perú, pero allá es muy respetado. Me extrañó que saliera de Puebla porque hizo mucho con poco. Le puede ir bien en Cruz Azul, es sensato, tiene mucha capacidad y conoce a la institución”.
Pero para el especialista, el problema no está en la dirección técnica, sino más arriba:
“Lo que importa aquí es la imagen de la directiva, ya que permea en sus miembros y termina por afectar. Más allá de que se gaste o no se gaste, hay que poner el ojo en esa inestabilidad.”
Diagnostica:
“Hay una lucha de poder en la cooperativa –tres grupos en pugna–, la gente que está tomando el poder no conoce el mercado del futbol. Hay incongruencia, inestabilidad. Es una directiva que no conoce a la industria. Los jugadores tienen que mantenerse ajenos a esto como lo hicieron en el torneo pasado”.
Enfundado en ropas talares, Reynoso tendrá su primer encuentro al frente de Cruz Azul el próximo domingo cuando visite a Santos Laguna en la primera jornada del torneo Guard1anes Clausura 2021.
Pero ¿qué ofrece Juan Reynoso?
Responde Juan Carlos Pérez, psicólogo deportivo con más de 12 años de experiencia en el futbol.
“Una de sus grandes virtudes es generar un ambiente de grupo, de equipo, la última muestra fue en Puebla. Mostró ese ambiente grupal para enfocarse en el presente y vencer las adversidades. Viene a sanear el vestidor. A poner su mano como líder.”
Para el experto en salud mental, el peruano tiene tres ejes clave en su forma de ser y de trabajar: capacidad y conocimiento del futbol mexicano, congruencia y observación.
Esto le permite, agrega, “no salirse de sus casillas. Ser exigente y dedicado. Pero siempre con los pies en la tierra, además de saber aprovechar los recursos con los que cuenta”.
Al igual que Hugo Sánchez, cuando dirigió a Pumas, y Zinedine Zidane, en el Real Madrid, Reynoso ofrecería a Cruz Azul un sentido de pertenencia “que hacen mucha falta a los procesos y al propio futbol mexicano”, puntualiza Pérez, porque es una fórmula con beneficios y puede contagiar los pensamientos positivos a sus jugadores.
“Estoy seguro de que alrededor de la fecha 3, empezaremos a ver el reflejo del manejo de Juan. Es un tipo con un pensamiento ganador”, augura.
El psicólogo del deporte destaca que la presión mediática de Cruz Azul, diferente a la de Puebla, no será un obstáculo para Reynoso, ya que “es un factor que sabe manejar muy bien” y que aprovecha “para ser más competitivo”, como cuando eliminó a los poderosos Rayados con la modesta plantilla que tenía dirigiendo con el club camotero.
Otro factor favorable que destaca Juan Carlos Pérez es la estabilidad emocional de Juan Reynoso, influenciada por su entorno familiar (más de 30 años de casado) y su tendencia a prepararse en el plano psicológico.
“Hay una frase que Reynoso marca de forma muy clara: ‘hay que moldear mentalmente al equipo’. Eso habla de que él se ha capacitado en las estrategias del futbol, pero también en el plano personal-humano. Es un tipo que se ha preparado”, enfatiza el especialista.
Con la designación de Reynoso, la directiva de Cruz Azul “volvió a pensar en la gente de casa, con la que se han obtenido resultados y esperamos en esta ocasión sea igual”, confió Melvin Brown, ex jugador de La Máquina.
Ojalá así sea.
Sobre todo, por la salud mental de sus aficionados.
(Con información de los periódicos La Jornada y El Economista)