Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro de abc Radio que conduce Manuel Aparicio.
Recibo con beneplácito la información dada por la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero; Cuestionada en conferencia de prensa en Palacio Nacional sobre la evolución médica del presidente Andrés Manuel López Obrador, frente a la enfermedad Covid-19, la secretaria Sánchez Cordero dijo que “es muy fuerte y recuperándose muy bien”. Sin embargo, la titular de la Secretaría de Gobernación consideró que esta información debe ser considerada “datos sensibles”.
(Fotografía Aristegui Noticias)
No obstante, el mensaje de la secretaria de Gobernación, el tema ha llevado a discutirse en diferentes medios sobre qué es lo que pasaría si faltara el presidente de México, ya sea por incapacidad o por fallecimiento.
Cabe recalcar que ningún Presidente mexicano ha muerto durante su mandato en los últimos 100 años, sin embargo la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos sí indica el procedimiento a seguir si se presentara el caso
En el capítulo III, que corresponde a las funciones y responsabilidades del Poder Ejecutivo, podemos encontrar el artículo 84 que detalla qué se debe hacer si el Presidente de la República falta absolutamente. Ahí se indica que será el Secretario de Gobernación quien asumirá el cargo de manera provisional, aunque no podría designar o renovar secretarios de Estado sin autorización previa de los senadores.
Según la norma, el protocolo a seguir depende del tiempo que el presidente fallecido haya estado en el poder.
Mientras el Secretario de Gobernación asume este cargo se pueden presentar dos situaciones. La primera es que si el Presidente muere en los dos primeros años de mandato, el Congreso de la Unión debe constituirse inmediatamente en Colegio Electoral, para luego votar en secreto y elegir por mayoría de votos un presidente interino, el Secretario de Gobernación regresará a su cargo.
En tanto que el presidente interino dirige el país, el Congreso tiene la obligación de convocar a elecciones en un lapso de 10 días, no más, para que el pueblo mexicano elija al representante que concluirá el periodo presidencial de seis años, esta nueva jornada electoral tiene que realizarse entre los siete y nueve meses siguientes y así México tendría un nuevo presidente.
La segunda es que en caso de que el Presidente muera en los cuatro últimos años del período respectivo sería el Congreso quien decidiría, por medio de una votación, el presidente sustituto que concluirá el mandato. De igual manera el Secretario de Gobernación queda fuera de la jugada, y el pueblo mexicano se resignaría a aceptar al personaje que el Congreso haya elegido para terminar los seis años a cargo de la nación.
Así las cuestiones legales, por nuestra parte esperamos pronto se integre a sus actividades de gobierno el licenciado Andrés Manuel López Obrador.
