Villahermosa Tabasco.- Los gobiernos federal y estatal, ambos de la 4ª T., intentan dar la impresión al país y a los mismos habitantes de la entidad tabasqueña, que todos los afectados por las inundaciones ocurridas en el 2020, fueron apoyados económicamente y que ahora sólo está transcurriendo la entrega de los enseres domésticos.
Pero eso no es así.
En el recorrido que hemos hecho por los distintos municipios de la entidad, el Comité Ciudadano por Un Nuevo Tabasco Sin Inundaciones, hemos encontrados gran número de casos de familias y poblaciones enteras que no fueron atendidas en el censo o que habiendo sido censados no se les han pagado los folios correspondientes.
Entre las principales denuncias de la gente encontramos las siguientes: que se censaron y apoyaron colonias enteras que no se fueron al agua y, en cambio, pueblos enteros y colonias que sí se inundaron no fueron considerados; abundan también los casos de calles, callejones, sectores de colonias que tampoco fueron atendidos; casos individuales de personas que por razones que desconocen no fueron visitados; otros que fueron censados y recibieron su folio de apoyo de los 10,000 pesos, pero no les han pagado ni les dicen cuando les pagarán y, por último, ya se ventilan, hasta judicialmente, denuncias de venta de folios y escandalosos casos de corrupción en los cuales, según manifiestan los denunciantes, funcionarios de bienestar, hoy precandidatos a las diputaciones por el partido en el poder, entregaron folios a sus operadores políticos y eran esos operadores quienes dirigían a los “servidores de la nación” y quienes direccionaban los escasos apoyos alimentarios de despensas, dándose casos escandalosos, como el ocurrido en Macuspana, donde el Ejército tuvo que sacar del DIF municipal las miles de despensas que tenían ahí guardadas los señores diputados y que repartían en el Distrito 01 federal, no sin antes tomarse una foto y subirla a la red, con un carrito de super mercado en una tienda comercial, para presentarlas como adquiridas por ellos; dicen los habitantes de Jonuta, por ejemplo, que después de que el ejército sacó las despensas del lugar referido, los dadivosos despenseros ya no “compraron” ni repartieron nada.
Todo lo anterior hace pensar a los miles que no fueron beneficiados, a pesar del compromiso del Presidente de la República de que ningún afectado se quedaría sin apoyo, en que con el censo y los apoyos se hizo una gigantesca operación político electoral, que es la que explicaría que sean miles (aunque no hay una cifra oficial) los que a estas alturas no han recibido ningún apoyo, a pesar de haberse ido al agua.
Con el paso del tiempo mucha gente en Tabasco se está dando cuenta que se hizo un uso político-electoral del censo y, por tanto, de la tragedia.
El resultado de ello fue que se censaron y apoyaron -por ser un atractivo mercado de votos- colonias enteras que no se fueron al agua y, en cambio, pueblos enteros y colonias que sí se inundaron no fueron considerados; abundan también los casos de calles, callejones, sectores de colonias que tampoco fueron atendidos; casos individuales de personas que por razones que desconocen no fueron visitados; otros que fueron censados y recibieron su folio de apoyo de los 10,000 pesos, pero no les han pagado ni les dicen cuando les pagarán y, por último, ya se ventilan, hasta judicialmente, denuncias de venta de folios y escandalosos casos de corrupción en los cuales, según manifiestan los denunciantes, funcionarios de bienestar, hoy precandidatos a las diputaciones por el partido en el poder, entregaron folios a sus operadores políticos y eran esos operadores quienes dirigían a los “servidores de la nación” y quienes direccionaban los escasos apoyos alimentarios de despensas, dándose casos escandalosos, como el ocurrido en Macuspana, donde el Ejército tuvo que sacar del DIF municipal las miles de despensas que tenían ahí guardadas los señores diputados y que repartían en el Distrito 01 federal, no sin antes tomarse una foto y subirla a la red, con un carrito de super mercado en una tienda comercial, para presentarlas como adquiridas por ellos; dicen los habitantes de Jonuta, por ejemplo, que después de que el ejército sacó las despensas del lugar referido, los dadivosos despenseros ya no “compraron” ni repartieron nada.