BALÓN CUADRADO
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.– Criticar a Canelo no es injusto. Es, incluso, oasis en el desierto de elogios. El veterano mánager, forjador de decenas de campeones –28 en total–, Ignacio Beristáin, considera que es razonable que la afición ponga en tela de juicio las actuaciones de Saúl Álvarez, pues es un reflejo de las expectativas que guardan sobre una inflada carrera meteórica.
“Quieren verlo –argumenta– librando combates épicos, emotivos, de esos que hacen levantar del asiento al público.
Eso, por lo tanto, reflexiona, “no es ni injusto ni son ánimos de atacar a un mexicano, en cierto sentido es una manifestación de la confianza que le tienen y que quieren ver expresada en su máximo nivel”.
Frente al turco Avni Yildirim, retador oficial del CMB al título supermediano, Beristáin ya intuía que no sería un combate donde el mexicano mostraría su mejor boxeo.
Cuando una pelea no despierta interés, el veterano mánager prefiere evitarla y ver alguno de los partidos nocturnos de la Liga Mx.
“El lunes en el (gimnasio) Romanza todos hablaban de la pelea y algunos muy enfadados criticaban al rival, de un nivel tan bajo que no merecía enfrentar a un gran peleador como Canelo, que es bueno, sin duda. Pero nunca lo hemos visto como un fuera de serie, como dicen.”
¿De quién es la responsabilidad de enfrentar al boxeador más famoso del momento con un adversario tan limitado?, se pregunta Beristáin.
Responde que en toda una vida dedicada al boxeo aún no lo sabe, pues existen muchos involucrados.
“Los jerarcas del boxeo deciden al final”, sentencia mientras recuerda un episodio de los años que trabajó con Gilberto Román, de sus primeros y más queridos campeones. Había que elegir al próximo contrincante entre varias posibilidades:
“La baraja de rivales ahí estaba (…) yo sugería a alguno e inmediatamente respondían con algún pretexto que no estaba disponible. Uno a uno se fue descartando para que al final designaran a un peleador que ya estaba elegido desde antes. Así de simple”.
(Con información del diario La Jornada)