BALÓN CUADRADO/Agencias
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.- La muerte del ídolo Diego Armando Maradona cobró un giro que complica su desenlace. Hace unos días trascendió el informe en que se conocían los resultados en torno a la investigación sobre las causas del fallecimiento del ex jugador en noviembre de 2020. Las sospechas de negligencia parecían confirmarse y de una agonía que no fue atendida.
Se sabía con la crudeza de la frase: el astro había muerto en un entorno de abandono o descuido profesional.
Hoy esas filtraciones fueron confirmadas por la junta médica integrada por la justicia argentina para esclarecer el caso. Por esto, la representación legal de uno de los hijos del Diez pretende cambiar la causa judicial a homicidio doloso.
La junta médica convocada por la justicia para investigar la muerte de Maradona en noviembre pasado concluyó que el ex astro agonizó durante más de 12 horas antes de su deceso, que no recibió el tratamiento adecuado para un paciente de su condición y que si hubiera estado hospitalizado podría haber sobrevivido.
El informe, elaborado por una veintena de peritos y entregado ayer a los fiscales del caso, complica la situación judicial de los siete imputados que están en la causa, entre ellos el neurocirujano Leopoldo Luque y la siquiatra Agustina Cosachov, quienes eran las caras visibles del equipo médico que atendía al astro.
Maradona falleció a los 60 años de un paro cardiorrespiratorio el 25 de noviembre del año pasado, mientras cumplía internación domiciliaria en las afueras de Buenos Aires tras someterse a una cirugía para extraerle un edema craneal.
Durante dos meses, una veintena de expertos convocados por la justicia analizaron las conclusiones de la autopsia y de los estudios complementarios, historia clínica de Maradona y declaraciones de los testigos ante la justicia.
Según los peritos, fueron ignorados los signos de riesgo de vida que presentaba el paciente y que Maradona comenzó a morir, al menos, 12 horas antes de las 12:30 del día del 25 de noviembre de 2020.
Es decir, detallaron, “presentaba signos inequívocos de periodo agónico prolongado, por lo que concluimos que el paciente no fue debidamente controlado desde las 00:30 horas”.
La internación domiciliaria en una casa de las afueras de Buenos Aires rentada para que Maradona transitara la rehabilitación tras la cirugía craneal no cumplía con los lineamientos mínimos que requiere un paciente de la pluripatología compleja que presentaba.
En otro de los párrafos relevantes del informe, los peritos afirmaron que Maradona no hubiese fallecido de haber contado con una internación adecuada, teniendo en cuenta el cuadro documentado en los días previos a su muerte, en un centro asistencial polivalente recibiendo una atención acorde a las buenas prácticas médicas.
Tras conocerse el informe, el abogado Mario Baudry, quien representa al hijo menor del ex futbolista, Diego Fernando, adelantó que “vamos a pedir cambio de carátula en la causa judicial de homicidio culposo a homicidio con dolo eventual o abandono de persona”.
El primer caso prevé una pena excarcelable de uno a cinco años de prisión mientras un homicidio doloso tiene una condena de 8 a 25 años de cárcel.
“Diego, por consumo de alcohol y de drogas licitas e ilícitas no estaba en condiciones de decidir”, sostuvo Baudry; los médicos en ningún momento le contaron a la familia la gravedad del cuadro.
Además de Luque y Cosachov, están imputados el sicólogo Carlos Díaz, los enfermeros Dahiana Madrid y Ricardo Almirón, la médica Nancy Forlini y el coordinador de enfermeros Mariano Perroni.
Julio Rivas, el abogado de Luque, rechazó los señalamientos del informe y dijo que la defensa impugnará la pericia médica. “Han hecho un informe parcializado, malo, sin fundamentos científicos y será motivo de una impugnación judicial por parte nuestra”, adelantó el abogado.
Hasta el momento no se han presentado cargos en el caso, pero Vadim Mischanchuk, abogado de la siquiatra que asistía a Maradona, dijo que la filtración selectiva estaba socavando el proceso legal.
“Parecería que hay una intención de hacer un juicio mediático, un juicio previo a que se expida la justicia, y eso no está nada bien», agregó Mischanchuk.