Blas A. Buendía
Se ha generado un escenario vinculatorio con las fuerzas del mal, ya que bajo la “dirección” del régimen comunista lopezobradorista, millones de mexicanos han ido perdiendo la confianza de las instituciones democráticas por parte del Ejecutivo, provocando confusión y una grave extralimitación del gobierno que ha amenazado los métodos de vida y las libertades de los nacionales.
López Obrador en lo que va de su “administración “, con el brote de la pandemia, forjó una política de salud draconiana, que sólo ha servido para mantener su acelerado paso destructor de la endeble economía mexicana sin generar efectos positivos contra el COVID-19.
Viene a la mente la acción ejecutora que llevó a cabo la famosa Tríada criminal de Adolf Hitler, Benito Mussulini y Joseph Stalin, quienes al dejar las bases de un legado criminal y que ha sido “muy útil” para los políticos fundamentalistas contemporáneos, éstos buscan imponer sus hegemonías izquierdistas con el sello de la muerte.
Las sociedades de todo el planeta, frente a este escabroso escenario, están despertando de los efectos somníferos atrapados en el discursivo anti democrático izquierdista, buscando rencausar el sendero del desarrollo multinacional, a través del voto universal.
Para desatarse del yugo de la manipulación que los oclócratas explotan bajo amenazas anti-judiciales en contra de los magnates de los aparatos de comunicación en todas sus vertientes, éstos por igual, protestan por la censura del Estado represor de toda Nación, pero no dejarán de ser mercenarios en la manipulación noticiosa, porque “business son business”.
El presidente de México siempre ha buscado seguir enriqueciéndose para sus propios fines, reactivando la maquinaria del narcotráfico en el Continente Americano frente a las narices de Estados Unidos.
Si bien López Obrador le está jugando al peligro, existe un claro objetivo de saturar de drogas el mercado negro gringo para generar una mayor sociedad narcotizada que ponga en peligro la democracia de Estados Unidos.
Escudriña aleatoriamente mantenerse en el terreno de los altos peligros para que con base a “operaciones de bajo perfil”, insiste en la posible instauración del comunismo en los propios terrenos de la Unión Americana, por órdenes del Foro de Sao Paulo, “porque México está muy cerca de Estados Unidos”.
Con la intromisión del ex presidente Donald Trump en el proceso electoral que perdió, sus acciones antidemocráticas lo descubrieron como un cómplice activo del Foro de Sao Paulo, al azuzar a guerrilleros urbanos para desestabilizar la paz gringa, pero no lo consiguió porque la sociedad lo enfrentó para arrodillarlo ante el resultado que arrojaron las urnas.
Algo similar está por suceder en México, aunque la sociedad azteca está plenamente convencida de que éste país “no tiene presidente, sino a un necio chocarrero” que mostró desde la propia renovación de la figura del Jefe del Ejecutivo, que día a día, desde sus conferencias mañaneras que muchos las califican como el vodevil de Palacio Nacional, ya se está preparando un masivo voto de castigo.
Trabajos periodísticos han tenido una faena para desmoronar las ambiciones de poder del Caín de Macuspana. La prensa mexicana, critica sin piedad las acciones que surgen del vetusto Palacio Nacional, que para los antagonistas de López Obrador, éste lo transformó en el bunker principal del narcotráfico para América Latina.
Alguien debe meter control, toda vez que la justicia americana tiene un pretexto para que en el futuro inmediato, ordene para que las plataformas especiales asaltar y allanar suelo mexicano, con la finalidad de poner alto al desenfrenado paso que está permitiendo López Obrador al ser complacientes con los carteles de la droga.
Específicamente con el de Sinaloa a cuya patrona le rinde descaradamente pleitesía, tratándose de la señora Consuelo Loera, la mamá del Chapo, a quien saludó durante su visita por tierras sinaloenses, en marzo 4 del 20. La abuelita sinaloense, con sus 91 años de edad, “es la dama intocable” para el régimen de Andrés Manuel.
“Corre a saludar a la mamá del Chapo”, reclamó la senadora Lilly Téllez, lo que fehacientemente y sin caer en errores, López Obrador, al tolerar las acciones criminales del narco en México, a Estados Unidos le ha incomodado sus arrogantes desplantes.
En el mundo financiero estadounidense, el Tesoro ha ordenado al poder económico y financiero de tener la amplia facultad e incautar masivamente las multimillonarias cuentas de lavadores de dinero de los carteles de la droga, para desestabilizar la narco-economía que operan en México bajo la simpatía de su presidente.
Terror y muerte
En el marco de las ambiciones de poder, Andrés Manuel López Obrador, el hombrecillo que se aventó la puntada ridícula asegurando que “juntos haremos historia”, sus enemigos resguardados en los diferentes núcleos sociales, siguen previniendo que es un terrorífico enemigo para México.
Al estilo del venezolano Hugo Chávez y su heredero Nicolás Maduro, ha desestabilizado de forma increíble la base estructural institucional de México, pero lo más peligroso, crispar a toda la sociedad para orillarla a una Guerra Civil, como nunca antes un presidente descocado lo hubiera intentando en los tiempos de la guerra fría.
En la víspera electoral del domingo 6 de junio (2018), se tuvo conocimiento de una reunión secreta que encabezó el propio López con sus corifeos, donde se dijo que al tomar posesión como nuevo Presidente de México, iría desapareciendo las fuerzas armadas y se apoyaría en una Guardia Nacional, transformar a su conveniencia las instituciones democráticas que mucho trabajo –sangre, sudor y lágrimas-, le ha costado el desarrollo de la Nación.
Tan grave sigue siendo el asunto que López, al mantenerse en jugar a los extremos de la intolerancia debido a la sarta de estupideces que ha cometido desde la asunción al poder, vuelve a reaparecer la amenaza de que haya un sicario que cometa un magnicidio.
Se especula que sobrarán quienes realmente estén decididos en pegarle un certero balazo en la cabeza por sus desfachateces simplistas de codiciar la destrucción de la Nación, pues considera que “todo está podrido” y que fue manipulado por la mafia del poder neoliberal, hoy en receso pero bajo la reserva que podría resurgir de las cenizas para establecer una actitud reactivo para hacer respetar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En redes sociales se le reconviene a las fuerzas armadas que piensen bien por quiénes van a votar, independientemente de ser vigías y garantía de la seguridad nacional.
“Pensemos nuestro voto, ya que si López Obrador refrenda su poder en el Congreso, nuestros hijos, padres, hermanos, esposas y nuestras familias, seguirán desprotegidos por las fuerzas del mal que dominan a López Obrador, transformado en un mega enemigo de México. No permitamos que eso suceda. Votemos con la cabeza fría, con lealtad y amor a México y el rescate de nuestro Ejército y Marina”.
En la lógica de las circunstancias, la sociedad aún está a tiempo de razonar su voto, porque hacer caer a México en el comunismo solo acarreará a México en una desgracia que no tendría paralelo, y que para poder quitar al populista y mesiánico, podría estar en chino porque se eternizaría en el poder con sus plebiscitos y “mano alzada”, hasta su muerte.
Efectivamente, la sociedad ha perdido ese encanto de seguir siendo engañado por antonomasia; es cierto que México vive en un Estado fallido, mimetizado, desgraciadamente bajo el poder oclocrático de hoy los ladrones “institucionalizados”, la gente ya desconfía de esos políticos charlatanes que hasta se sienten Mesías.
En una retrospectiva política, sectores ortodoxos, alertan que la ideología de hoy en día de esos políticos ladrones, ya no es la de atender a las clases sociales más necesitadas y desprotegidas, sino que todos esos pillos (no hay ni uno que se salve), practican descaradamente el “sexenio de hidalgo”, ya que hay que enfatizar: el año de hidalgo quedó para el anecdotario.
Desde que la izquierda llegó a gobernar no solo a la gran Ciudad de México que le abrió la brecha para regir a toda la Nación, hace casi tres décadas se le previno y exhortó a la sociedad, que razone su voto en estos nuevos tiempos electorales difíciles.
Los años de hidalgo dejaron de ser “novedad”, ahora son los sexenios de hidalgo… metafóricamente sigue siendo el mismo espíritu chingativo: “¡Chingue a su madre el que deje algo!”, reza el adagio popular.
Morena es el mejor ejemplo de la conjugación de resentidos encontrados entre ex priista, ex perredista y los ahora potentados morenistas, porque la danza de los millones que tienen a su alcance, se han enriquecido descomunalmente, y por ende, son despreciables y patéticos depredadores, dejando a millones en calzones y sin hogar.
El régimen comunista lopezobradorista es una cofradía de ladrones que llegó a apoderarse del quehacer político sin escrúpulos, sin ambages y sin la existencia de protocolos o códigos de ética, sino su único afán es aplicar el descarado saqueo del erario federal a manos llenas, perjudicando a la sociedad, lo que la pandemia del Coronavirus, desdibujó a Morena.
A través de los tiempos, y ahora en el poder, López Obrador, reafirma su comportamiento antisocial, incluso se duda que sea mexicano sino salvadoreño. Existen presuntas y notables inconsistencias de legalidad en su acta de nacimiento y se especula que este ciudadano pertenece a una corriente extranjerizante que llegó como refugiado procedente de centroamérica, que paulatinamente fue ganando espacios en el quehacer político de México, donde presidió varios partidos políticos explotando su doctrina mesiánica y de engaños sistemáticos.
El equilibrio en redes sociales hacen denotar que “López Obrador, es un peligrosísimo enemigo para México”, porque el supuesto tabasqueño no piensa como mexicano, sino como un enemigo extranjero que desde siempre ha buscado enfrentar a la sociedad.
Parafraseando al escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien recién presentó el género literario de una novela de terror más escalofriante de todas que, ni siquiera ‘Los mitos de Cthulhu’ o ‘IT’ se le comparan a su historia: ‘AMLO resucitó al PRI’.
Entrevistado por el diario Reforma, el Premio Nobel aseguró que el Revolucionario Institucional, el PRI, no está muerto, resucitó con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“La dictadura perfecta no era tan perfecta, porque finalmente la dictadura desapareció, pero lo que es terrible es que vaya a resucitar, ¿no? Porque yo tengo un poco la impresión de que López Obrador es como la resurrección del PRI, de ese PRI que formó parte de su juventud”.
Sin duda Mario Vargas Llosa tiene en la Cuarta Transformación una gran fuente de inspiración para una novela de terror, una que ponga a temblar al mismísimo Stephen King; “lamentablemente es un libro que no leerán los seguidores de la 4T, que por igual, es parte de una república bananera que no garantiza absolutamente nada”.
