BALÓN CUADRADO/Agencias
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.- Fueron la noche y el día. Negro y blanco. Cielo e infierno.
Equiparables a reloj suizo o magistral orquesta, los súper Ratones Verdes olímpicos –con una peculiar serenidad reflejada en sus rostros–, ofrecieron hoy una inconmensurable sinfonía de encomiable futbol. Que no se veía desde que ganaron el oro en Londres 2012. Sacaron de la chistera el mejor juego mirado en el actual torneo. Arrollaron 6-3 a Corea del Sur convertida en brillante oscuridad los 90 minutos del encuentro, después del 6-0 a Honduras en el partido previo.
Incluso, si demuestran en el resto del torneo que no fue espejismo deportivo mostrado hoy, podrían ir por la presea dorada. Su siguiente rival será la poderosa Brasil a la que vencieron en la final londinense de 2012.
Mientras que, en la otra semifinal, Japón se medirá ante España en el Estadio de Saitama.
El equipo tricolor desarticuló la principal arma rival: velocidad.
Hasta el portero Guillermo Ochoa salió con el trébol de cuatro hojas en sus guantes..
México brindó su exhibición ofensiva más explosiva de lo que va de la justa. Hicieron virtud lo más complicado de este deporte: jugar sencillo. Letales ofensivas por las bandas, siempre hasta la línea final, vertiginosas triangulaciones, precisos cambios de juego, que, literal, enloquecieron al rival.
Gracias en buena medida de las magistrales piernas de Sebastián Córdova. Fue angelical demonio sobre el irremediable verde del rectángulo. Hizo dos goles. Uno soberbio.
En el primer cotejo de la fase de grupos. el Tri se había llevado una victoria de 4-1 sobre Francia. El Tri ya suma 14 goles a favor y seis en contra, en total, tras sus primeros cuatro partidos en Tokio 2020.
Con tantos de Henry Martín al 11′ y al 54′, Luis Romo al 30′, Sebastián Córdova al 39 y 63′ y Eduardo Aguirre al 84′, el equipo del ‘Jimmy’ Lozano superó los cuartos de final.
Pese a no contar con Diego Laínez al inicio, el Tricolor supo aprovechar las debilidades de los coreanos por las bandas, y con grandes actuaciones de Alexis Vega y Luis Romo lograron maniatar a la defensa sudcoreana.
El conjunto asiático que se había apuntado como uno de los favoritos a conseguir medalla en esta justa veraniega –sobre todo tras la goleada sobre el equipo hondureño–, no fue el rival complicado que hubiera esperado el equipo nacional en la cancha.
Cedió el suficiente espacio en la defensa –abrumada por la ofensiva rival–, para permitir los seis goles de México, anotados en partida doble por Martín y Córdova, además de una joya en solitario de Romo y uno, último, de Eduardo Aguirre.
Y es que Romo, jugador plurifuncional de Cruz Azul, y campeón del futbol mexicano, con Córdova, quienes orquestaron el ataque tricolor en complicidad con Alexis Vega.
Henry fue duda hasta el último minuto. Pero estuvo a tiempo. Repitió en la alineación titular del Tri. Y se hizo presente una vez más en Tokio, con un doblete que empezó a trazar apenas al minuto 11: el centro fue de Vega, tras un par de amagues fuera del área, y el recentro con un cabezazo preciso fue de Romo, en una jugada de lujo en la que el azulcrema mandó guardar la pelota con un último golpe de cabeza.
De manera inmediata, y tal como lo sugería un rival de su categoría, Corea del Sur puso el empate con un golazo desde afuera del área, al ángulo. Fue imposible de detener para Guillermo Ochoa. Inútil su vuelo para intentarlo. El arquero tricolor también tuvo un destacado encuentro en el que contuvo más de un embate peligroso de los coreanos.
Pero entonces apareció, de nuevo, Romo para dibujar una auténtica pinturita.
Corría el minuto 29 cuando Vega volvió a ser fundamental en el ataque tricolor, pues tras un túnel a un mediocampista coreano, levantó la cara y encontró al campeón de Cruz Azul con un pase filtrado.
Entonces, Romo durmió la pelota en su pie derecho y, antes de besar el pasto, la mandó hacia el izquierda para definir con un potente disparo que fulminó al arquero Bumkeun Song.
Para la parte complementaria, y cuando Corea del Sur se acercaba de manera peligrosa en el marcador, volvió a aparecer Martín para regresar la calma con otro gol de cabeza al minuto 54. Tuvo que ser revisado por las autoridades del encuentro.
Finalmente se dio por bueno para que el americanista pudiera festejar su doblete.
Sebastián Córdova también se unió a la fiesta. Hasta se dio el lujo de festejar como Cuauhtémoc Blanco, ídolo del futbol nacional, luego de que el silbante decretara la pena máxima a favor del Tri y la convirtiera por gol, sin inconveniente alguno al 63′.
El jugador americanista no quedó conforme.
Al minuto 84 se inventó un disparo que mandó la pelota a las redes con un golazo de antología, al ángulo.
Y aunque el marcador ya se encontraba 5-3, cuando el partido agonizaba, todavía apareció Aguirre. Recién había entrado de cambio para sellar la goleada con el 6-3 definitivo al 91′. Fue tras recibir un pase de Lainez por la banda derecha.
Por cierto, Jorge Sánchez no podrá jugar la semifinal. Está suspendido por acumulación de tarjetas.
De esta manera, Tri avanza a la Semifinal en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde se medirá el próximo martes a las 3:00 tiempo del centro de México, ante un rival ya conocido –el mismo al que en el mítico estadio de Wembley, hace ya casi una década le sacó de las manos la medalla de oro–: Brasil, rival complicado.
Pero que trae a la memoria el mejor recuerdo áureo en la historia del futbol mexicano.
Al final del encuentro, refiriéndose a su siguiente rival, Guillermo Ochoa, opinó a la televisora Marca Claro:
“Va a ser un partido difícil. Siempre son ellos los favoritos. Pero vamos a pelearlo y a competirlo. Ya veremos qué pasa”.
(Con información del portal bolavip.com