Orlando Franco
En la Ciencia Administrativa existe el llamado; Principio de la Incompetencia de Laurence Johnston Peter. Comúnmente conocido solo por el segundo apellido de su canadiense autor, es decir, El Principio de Peter. Piedra Angular en la Administración pero que aplica a cualquier estructura humana, es decir, en donde haya hombres y mujeres aparecerá, invariablemente, el Principio de Peter.
En un ejercicio reduccionista esta máxima administrativa dice que cualquier persona puede ir escalando jerárquicamente hasta que llegue a un nivel en el que toda su eficiencia se convierte en ineficiencia, pongámoslo en el contexto de la Ciencia Administrativa, un excelente Jefe de departamento puede convertirse en un pésimo Gerente, es decir, nunca debió haber dejado la jefatura de departamento.
Ahora apliquemos el Principio de Peter al mesías mexicano, la inferencia es verdaderamente simple, fue un extraordinario candidato, pero ha sido un pésimo Presidente.
Y es que el ser un buen candidato es algo relativamente sencillo, la materia prima se la da el Gobierno en curso, hay que criticar y censurar todo lo que dicen y lo que hacen, se le expresa al electorado justamente lo que quiere escuchar y obviamente se ofrece transformar todo, como irresponsable candidato, no importa que no tengamos ni idea de lo que decimos y entonces aparecen propuestas de Gobierno como; “crecimiento anual del Producto Interno Bruto entre un 5 y un 7%”. A la delincuencia organizada se le combate con abrazos no con balazos”. “Haremos el mejor aeropuerto del mundo”, etc, etc, etc.
¿Qué pasó con el extraordinario candidato cuando llegó a la Presidencia?, fácil respuesta, su capacidad de crítica y sus brillantes ideas se enfrentaron con la realidad y ésta lo puso en el lugar que le correspondía, es decir, un pésimo presidente a quienes las mentiras del candidato ya no le funcionan y cada vez son más quienes se dan cuenta de ello, adicionalmente amlo se desespera y las mentiras y ocurrencias son cada día más aventuradas, sin duda improvisadas e irreflexivas.
Pongamos solo algunos ejemplos:
Expresa con arrogancia que la pandemia no nos hará nada, entonces aparecen expresiones como; sigan abrazándose y yo les aviso hasta cuándo. El cubrebocas no sirve para nada, por eso yo no lo uso. Ya aplanamos la curva. Aberrantes mentiras.
Dijo que tendríamos un Sistema de Salud como los mejores del mundo y la verdad es que no hay suficientes medicamentos. No se otorga siquiera una mediana atención médica. No se licita, el 91% de las adquisiciones de productos farmacéuticos, no obedecen a una programación sustentada en las necesidades y además se adjudican los contratos de manera directa, es decir, son para los cuates, un ejemplo muy simple es el del hijo de Bartlett y los ventiladores a precios 5 veces superiores a los del mercado internacional, así las cosas.
Ofreció desmilitarizar al país y lo que hizo fue desaparecer a la Policía Federal y crear a un cuerpo militar llamado Guardia Nacional que por cierto no sirve de mucho.
Prometió acabar con la pobreza y resulta que después de casi 3 años la población pobre es mayor y con índices superiores a los que existían con Peña Nieto.
Dijo que tendría un Gabinete de excelencia y resulta que está rodeado de parásitos incompetentes, porque él prefirió la lealtad incondicional a la eficiencia, por cierto, tampoco le conviene contar con gente brillante porque él es todólogo y las y los titulares de las Srías. son floreros, baste decir que tienen prohibido hacer declaraciones.
Ofreció reformular y fortalecer la Educación pública y lo que hizo fue regresarles a los entes sindicales el control de la Educación, por cierto, uno de los pocos logros de los últimos años. Hoy día de nueva cuenta el sindicato y la coordinadora recuperaron y ya incrementaron el poder que tenían, como un simple ejemplo bastará recordarles que en Michoacán existen vías férreas tomadas desde hace más de 3 meses, los maestros exigen sus bonos y demás estímulos, no importa el daño económico que están ocasionando, nadie se puede meter con este monstruo de múltiples cabezas, el mesías pensó en los votos no en la calidad de la Educación, realmente es una pena lo que ha sucedido.
Dicen en mi cuadra; “no es lo mismo ser borracho que cantinero”