BALÓN CUADRADO/Agencias
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.– No todos los seleccionados perdieron en Qatar 2022. Es más –en el histórico surrealismo del futbol mexicano–, algunos ni siquiera tuvieron que ir al Mundial para ganar.
Pese a la peor participación de los súper Ratoncitos Verdes –desde 1978–, hay jugadores que aprovecharon el torneo para cerrar un gran número de campañas de publicidad e incrementar sus ingresos, publica hoy el periódico La Jornada.
Una nota firmada por la reportera Eréndira Palma, establece que Guillermo Ochoa, quien con 37 años de edad muy probablemente vivió su quinta y última Copa del Mundo, fue el que mejor explotó su imagen al firmar con siete marcas patrocinadoras. El guardameta es propiedad del equipo América de la poderosa dinastía Azcárraga, dueña de Televisa. Y, todo indica, renovará contrato para la siguiente temporada.
Cuando regresó a Las Águilas, en 2019, lo hizo con un salario de cuatro millones de dólares anuales –unos 80 millones de pesos–. Ha recibido más de mil goles desde su debut, el 14 de diciembre de 2005. Un promedio de casi 59 anotaciones al año.
El veterano arquero, quien incluso registró en 2020 la marca YoSoy8a, fue el referente de empresas como Vick, Bimbo, Vest, Michelob Ultra, Innova, tequila Centenario y Coca Cola.
Llamó la atención cómo –en el absoluto delirio mundialista–, la prensa nacional, tras el penalti detenido a Robert Lewandoswki, en el empate 0-0 contra Polonia, convirtió a Ochoa en semidiós nacional.
Sólo faltó que pidiera que fuera sepultado al lado de Juan Escutia, célebre niño héroe.
En algunos casos, las campañas fueron en televisión, pero la mayoría de los anuncios tuvieron un formato para redes sociales.
Según la reportera, “puede o no gustar su estilo, incluso se le puede considerar un jugador sobrevalorado; sin embargo, Ochoa posee un carisma y empatía que de inmediato encaja con la filosofía, identidad, valores y objetivos de varias marcas, por lo cual conecta con el aficionado”.
Además, se debe sumar su jerarquía como capitán, elogió Jorge Badillo Nieto, consultor en mercadotecnia deportiva.
Los jugadores pueden ser imagen de algunas marcas al ser incluidos en los convenios de patrocinios de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) o por contratos independientes.
De acuerdo con el portal Goal, cuando un seleccionado es imagen de uno de los patrocinadores de la FMF puede cobrar desde 150 mil hasta 500 mil pesos.
El mismo portal indicó que los futbolistas de la Liga Mx perciben ingresos desde tres mil 600 hasta 27 mil 700 dólares por publicidad directa.
Otros de los jugadores que para la edición de Qatar 2022 también firmaron más acuerdos comerciales fueron Andrés Guardado, quien presume de cinco Mundiales, y Héctor Herrera, quien pese a haber tenido poca actividad este año con el Houston Dynamo fue titular en dos partidos en la Copa.
Guardado promociona en redes sociales a la estadounidense proveedora de Internet Spectrum, mientras Herrera tiene campañas con la firma china de teléfonos Honor, el bróker OctaFx y Sams.
(Después de los resultados en Qatar), las campañas ya no tienen el mismo impacto, aunque fueron pagadas por anticipado y siguen pautándose –programándolos– en medios.
Por eso, el reto de los patrocinadores es no depender exclusivamente del éxito deportivo, sino que buscan cautivar a los aficionados para que incluso ante la derrota estos permanezcan conectados con la marca, indicó Jorge Badillo.
Un caso particular es el de Diego Lainez, quien sin haber entrado a la lista definitiva para el torneo mundialista, también fue de los más requeridos para campañas.
El extremo del Braga fue la imagen de la playera de la selección mexicana hecha por Adidas, al tiempo que también formó parte de las pautas de Rexona.
“El primer obstáculo que enfrentan las marcas es la incertidumbre de saber si sus respectivos embajadores serán convocados, por eso sus acciones de publicidad pueden ser una apuesta arriesgada”, explicó Badillo Nieto.
“Las empresas tratan de minimizar en lo posible este riesgo al establecer cláusulas muy precisas condicionando al jugador, junto a su representante, agente o agencia, a que su gratificación económica por participar puede variar en función de si es convocado o no a un Mundial”, concluyó.