El gobierno de la 4T, encabezado por López Obrador, quiere conservar el poder a costa de lo que sea, incluso violando la Constitución
Por: Gloria Brito Nájera
A lo largo de los cinco años de la administración de López Obrador, la forma de gobierno del presidente, se ha caracterizado por una acentuada tendencia al presidencialismo, y por el uso de mensajes de odio y resentimiento ¿la causa de este resentimiento se deberá a que, la falta de confianza en él, lo orilló a hacer una campaña para llegar a la presidencia durante casi 20 años, pues no lograba que los mexicanos le otorgaran el voto?
Desde su llegada al Palacio Nacional, López Obrador, ha dedicado la mayor parte de su tiempo, a través de las mañaneras, como su mejor instrumento, a atacar y calumniar a todos los que considera sus adversarios, a todos los que no coinciden con él en sus ideas. Además de las múltiples mentiras dirigidas a todos los mexicanos, y aquí van incluidos los pobres, a quienes prometió en campaña, que los iba a defender, y por los que iba a gobernar.
Lo que ha convertido a este gobierno en un gobierno de demagogia.
El presidencialismo, esta forma de gobierno en donde el poder lo ejerce el presidente, en donde el gabinete sólo ejecuta órdenes de aquel, sin que éste, tenga poder de decisión; y seguramente la corrupción que va en aumento, aunque se niegue, está orillando a este gobierno de la 4T, con López Obrador a la cabeza, a querer conservar el poder a costa de lo que sea, lanzando injurias en contra de quienes considera que le pueden hacer sombra a sus “corcholatas”.
A pesar de que, de acuerdo al artículo 87 de la Constitución de nuestro país, el presidente al tomar posesión de su cargo, prestó protesta de guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados unidos Mexicanos y la leyes que de ella emanen… a nuestro presidente no le importa respetar las leyes, y los ataques y difamaciones, le han valido al menos una decena de impugnaciones.
El pasado 6 de julio, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que el mandatario nacional infringió las leyes e incumplió las medidas cautelares que ya le habían sido dictadas, por lo que se acreditó el uso indebido de recursos públicos y se dio vista al Órgano Interno de Control de la Presidencia de la República y del Sistema Público de Radiodifusión para que abran una investigación contra los funcionarios involucrados en la transmisión de la conferencia Mañanera del 27 de marzo pasado, relativa a un plan C en materia electoral, consistente a un llamado a no votar por la oposición.
La propia Sala Regional Especializada, “determinó la existencia de la vulneración a los principios de imparcialidad y neutralidad, uso indebido de programas sociales, incumplimiento de medidas cautelares, así como uso indebido de recursos públicos” por sus declaraciones en las conferencias mañaneras del 24 de mayo y 2 de junio, respectivamente.
En ese caso, la Sala Especializada señaló que el mandatario nacional tuvo una intervención indebida e influyó indebidamente en las elecciones de gobernador de Coahuila y Estado de México, con frases como: “Que la gente sepa que esta es una temporada muy especial, que van a arreciar por esta situación del Estado de México. Nada más que si pueden tener cuidado para que no se traguen todas esas mentiras”. Esta misma sala ha determinado que el presidente ha cometido varias faltas electorales.
En la víspera del inicio del proceso para renovar la Presidencia de la República, el mandatario nacional tiene varios procesos abiertos, como la presunta violencia de género que ejerció contra Xóchitl Gálvez, senadora y aspirante a la candidatura presidencial de la oposición. En ese último caso, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE dictó medidas cautelares contra el mandatario para que evite mencionar a la aspirante presidencial, pero la Sala Especializada será la encargada en última instancia de pronunciarse y dictar sentencia sobre si el titular del Ejecutivo federal cometió violencia política de género.
Estamos presenciando un claro abuso de poder ejercido por parte del presidente. Es un error creer que nadie tiene derecho a contradecirlo ni señalarle sus errores, y amparado en su dicho que más bien ya parece burla de “yo tengo otros datos”, trata de evadir todos los cuestionamientos sobre los problemas sociales que en nuestro país han recrudecido, como la inseguridad, con un aumento alarmante de muertos por violencia, la pobreza, la corrupción que juró erradicar y que en su gobierno ha aumentado.
Los mexicanos debemos valorar si éste es el gobierno que queremos y merecemos, que viola la Constitución, y que no puede resolver los problemas tan graves que estamos viviendo en el país y exigirle resultados y no demagogia.