Alberto Woolrich Ortíz*
Circula ampliamente en redes sociales un video identificado con el título de “Toga de dignidad”, en él se observa cómo el juzgador llama severamente la atención a la fiscalía por su falta de eficiencia. Bien valdría la pena que otros jueces de control de toda la República sigan el ejemplo de la referida toga de decoro, además les sería de utilidad para abrevar una riquísima fuente de “tamaños de varón” que el pundonor de ese juzgador ha legado para múltiples órganos jurisdiccionales, los cuáles carecen de esa hombría de bien. Dicho video puede ser consultado en: https://youtu.be/jLuFoSQJixM?si=Btl-29xOA9SM4LNt.
En materia de impartición de justicia, el señor juez de control de nombre Joel Garduño, ha denotado que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, cuenta, como lo afirma su presidente el Magistrado Rafael Guerra Álvarez, con una total y absoluta independencia de jurisdicción para impartir justicia y que existen en dicho tribunal señores jueces que con argumentos encuadrados en el derecho, se esfuerzan en dar a sus alegatos el tono de independencia que les otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; dicho juez debe de ser considerado como sucesor de togas como la de Abelardo Cárdenas Mc Gregor, Alfonso Jiménez O’farril, Salvador Mondragón Guerra, Rafael Millán Estévez y muchos más.
Esa erudición exhibida por el referido juez de control fue ataviada con atuendo antiguo, rebeló y ridiculizó a una fiscalía ignorante y arbitraria, además, de ridícula y parlanchina, que se creía ¡gran conocedora del derecho!.
Pues bien, dicha toga de dignidad volvió a actuar y evidenció una pifia más, para no variar, de una fiscalía preñada por la corrupción y la rusticidad. Dejó en libertad a un detenido, el cuál llevaba un año con cinco meses privado injustamente de su libertad corporal, por haber participado supuestamente en aquella intervención de comunicaciones privadas ordenadas por el actual senador de la República Don Miguel Ángel Mancera.
Gracias a la resolución recientemente emitida por Joel Garduño, se ha puesto en evidencia otra mentira y otra fabricación de demostrativas de responsabilidad por parte de la fiscalía capitalina, que sólo sirve para conformar y mal utilizar al derecho para sus venganzas de índole político.
Hoy la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, sólo desea destacar la valentía y pundonor con la que cuenta el Tribunal Superior de Justicia de ésta Entidad Federativa al emitir sus resoluciones con estricto apego al derecho.
Si toda facultad jurídica inserta en la toga de los jueces de control se aplicara cumpliendo la función de sus deberes para con la justicia y la libertad, tendríamos recintos de justicia que verdaderamente cumplen con la obligación impuesta y, por tanto, podríamos afirmar, no sólo en éste caso, sino en todos, que nuestro supremo tribunal de ésta ciudad cuenta con jueces justos. Ojalá todos siguieran el ejemplo de esa escrupulosidad.
Es cuanto.
*Lic. Alberto Woolrich Ortíz
Presidente de la Academia de Derecho Penal
Del Colegio Nacional de Abogados Foro de México.