Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro” de Radio Expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
El caso de quien fuera vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ulises Lara López, ahora encargado del despacho de la Fiscalía, se volvió viral en redes sociales a causa del título otorgado en la meteórica carrera de licenciado en Derecho, que le otorgó una universidad de las llamadas “patito”, el “Centro Universitario Cúspide de México”.
Se sabe que el responsable de otorgar el título de licenciado en Derecho a Ulises Lara, fue nada menos que el ex chofer de Martí Batres, Fernando Horacio Cordero, actual director del Centro Universitario Cúspide de México.
De acuerdo a información que ahora es pública, el Centro Universitario Cúspide de México, cuyo registro en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, está a nombre de Fabrizio Peralta Pérez, como dueño de la de esa institución educativa, pero quien es el director de esa escuela es Fernando Horacio Cordero, quien fuera chofer de Martí Batres entre 2003 y 2005, cuando Batres era diputado federal por el PRD, y ahora socio de Peralta Pérez.
La pregunta obligada es ¿Por qué otorgarle un título a alguien para que pueda acceder a un cargo público, sabiendo que podría traer problemas; Bien. Ulises Lara no es ningún desconocido es parte de un engranaje familiar ya que Ulises es el padre del hijo de la ahora ministra de la Suprema Corte de Justicia, Lenia Batres, por lo tanto cuñado del actual jefe de gobierno Martin Batres. Por ello no es ningún desconocido es parte de un engranaje familiar incrustado en el gobierno morenista.
Ulises Lara no es precisamente una blanca paloma, siendo jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, en el año de 2020 Miguel Ángel Mancera lo destituyó del Instituto de Educación Media Superior, se dijo en su momento y lo denunciaron públicamente en Twitter, ahora X, porque despidió a 60 trabajadores de intendencia, a la secretaria de prensa que estaba embarazada y colocó 160 aviadores que cobraban sin trabajar”. Al tiempo que contrató a un grupo de porros para atacar y amedrentar a los estudiantes y trabajadores que protestaban por sus abusos.
Fue señalado por la opacidad en los contratos que firmó con empresas privadas como Tec Milenio. Cuando estuvo al frente del INVI, igualmente reprimió a los trabajadores y fue acusado de fraude, las carpetas e investigaciones desaparecieron mágicamente.
En octubre de 2023 fue acusado de abuso de poder por su hermana Hilda Lara y su esposo. Sin embargo, “la Fiscalía les fabricó una carpeta por el delito de despojo agravado. Les han atropellado todos sus derechos, incluso a su esposo (extranjero) no le permitieron asistencia consular en su audiencia inicial”.
Ahora Ernestina Godoy dice que hará un recorrido por toda la ciudad de México para desenmascarar a la mafia del poder, seguramente se refiere al llamado “Cartel inmobiliario”, que ella no pudo encarcelar a ninguno siendo la titular de la fiscalía, sin embargo sería bueno que empezara por denunciar a la mafia familiar que otorgó título de licenciado en Derecho a Ulises Lara.
Por otra parte se dan las condiciones para investigar a las universidades “patito” y la ex fiscal, Ernestina Godoy, podría empezar por el “Centro Universitario Cúspide de México”.
