Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro” de Radio expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
En México estamos viviendo episodios especiales nunca vistos en la política, el país está padeciendo la indiferencia de un gobierno que mucho prometió, pero que no pudo cumplir, un caso concreto es la inseguridad que se padece y que ha llevado a 4 obispos a reunirse con integrantes del crimen organizado.
José de Jesús González Hernández, obispo de Chilpancingo; Joel Ocampo Gorostieta, de Ciudad Altamirano; Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa; y el arzobispo de Acapulco, Leopoldo Gónzalez Gónzález, la tarde del pasado Miércoles de Ceniza, se reunieron con miembros del crimen organizado con el fin de pacificar el estado, lamentablemente no lograron su objetivo; el obispo de Chilpancingo José de Jesús González dijo que las negociaciones fallaron, porque algunos líderes criminales no aceptaron las condiciones de otros, principalmente relacionadas por la repartición de territorios, los cuales no sueltan, afirmó el obispo, que algunos líderes criminales no aceptaron las condiciones de otros, principalmente relacionadas por la repartición de territorios, argumentando que les ha costado muchas vidas y dinero lo que tienen.
Andrés Manuel López Obrador dijo estar de acuerdo en el diálogo que sostienen los obispos con el crimen organizado, cuestión esta que provocó la reacción de políticos que esperaban, que esa no fuera la respuesta de quien prometió seguridad de los mexicanos, en sus personas y en sus bienes.
Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata presidencial del PRI, PAN y PRD, criticó que López Obrador dijera estar de acuerdo con que los obispos de Guerrero negocien con los grupos del crimen organizado para pacificar al estado, luego de que en los últimos meses se ha denunciado que la delincuencia controla la operación del transporte público en municipios como Taxco, Chilpancingo e Iguala.
La ya candidata Xochitl Gálvez, calificó como “una tragedia” la situación actual de Guerrero, y “una pena” que sacerdotes se vean obligados a recurrir a criminales para negociar la seguridad de alguna región, en vez de trabajar con las autoridades.
Por ello, reprochó que el presidente apruebe que haya esta clase de negociaciones e intervenga en las elecciones, en lugar de asumir su responsabilidad como jefe de Estado para garantizar la seguridad.
Hace unos días los trasportistas llevaron a cabo un paro nacional, a causa de los asesinatos que se cometen contra choferes en las carreteras de México, el caso del transporte público de Chilpancingo estuvo suspendido por varios días, debido a los ataques contra sus operadores y la violencia general que se vive en la región; tras reuniones con ellos, las rutas foráneas y locales se reanudaron el 13 febrero, pero las escuelas siguen sin clases.
A los taxistas de Chilpancingo asesinados se suman dos más de Acapulco y el conductor de un autobús en Taxco de Alarcón; en los tres municipios se paralizaron las actividades como protesta y exigencia de paz.
Pero para quienes deben dar seguridad desde el gobierno hay tranquilidad en el país y se trata de politiquería de tiempos electorales.
Inédito, en México los obispos buscan la paz que el gobierno prometió y no cumplió.