El mexicano puede doblarse, humillarse,
«agacharse» pero no «rajarse», esto es, permitir
que el mundo exterior penetre en su intimidad.
Octavio Paz
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
En el “Laberinto de la soledad” de Octavio Paz, se describe a los mexicanos con la maestría de un premio Nobel, se retrata la búsqueda constante de una identidad nacional, de nuestros orígenes y comportamientos, eso no cayó de buena manera en una sociedad conservadora.
Un instrumento para construirnos esa identidad fue la industria cinematográfica, ahí aprendimos a diferenciar entre clases, “Ustedes los ricos” y “Nosotros los pobres”, a entender la desgracia que nos persigue, pero levantar la cara orgullosos. En 1943, Ismael Rodríguez dirigió “Mexicanos al grito de guerra”, un film que tocaba la batalla del 5 de mayo ante los franceses.
Luis protagonizado por Pedro Infante se enlista en el ejército para defender a México del ataque de los franceses, paralelamente se enamora de una chica que es sobrina del embajador de Francia, cabe resaltar que es la primera película que retrató el tema de la Batalla del 5 de mayo.
En la película, que no falta una historia de amor, también toca el orgullo nacional, exalta los valores hasta caer en el patrioterismo. Cuando el Ejército mexicano va perdiendo el enfrentamiento y casi muertos, suenan las notas del Himno Nacional y los caídos hacen efectivo “un soldado en cada hijo te dio”, se levantan y ganan la batalla, mientras Pedro Infante toca la trompeta.
Ahí queda retratado lo que decía Octavio Paz o Samuel Ramos, necesitamos reafirmarnos en la identidad construida y ahora completamente politizada, ahí entran los partidos que han gobernado. Pero toma mayor importancia en los tiempos de la Cuarta Transformación, el mecanismo y más con un enemigo que viene del norte como Donald Trump.
El llamado de la presidente Claudia Sheinbaum para dar a conocer la respuesta a los aranceles impuestos por Donald Trump, es una estrategia para no asumir la responsabilidad y compartirla con el pueblo bueno del que hablaba el Pejelagarto. Pero seamos claros, son los errores y las omisiones del tabasqueño, particularmente dejar operar al narco, los que han puesto al gobierno de Sheinbaum en esa posición, no hay un enemigo armado, por ahora.
Donald Trump, tal como lo prometió, aplicó un arancel a sus principales socios comerciales, incluido México; según la orden ejecutiva difundida ayer, se aplicará el 25 por ciento de arancel a todos los productos mexicanos que sean importados por aquella nación.
Claudia Sheinbaum Pardo se refirió a la imposición del gravamen de forma unilateral por el gobierno de Estados Unidos. Aseguró que su gobierno decidió responder con “medidas arancelarias y no arancelarias”, sin embargo, el plan del gobierno será presentado hasta el próximo domingo 9 de marzo.
A la par, aseguró que podría sostener una llamada telefónica con Donald Trump el jueves, aunque no hay nada oficial al respecto, aunque en esta ocasión no se ve por donde se puedan detener los aranceles, aunque nada está dicho ya que Trump por un lado ataca con aranceles y por otro enaltece a la presidente.
Tampoco se trata de envolverse en la bandera, se trata de tomar decisiones ejecutivas, empresariales, sociales y esas no se pueden poner a consulta, más cuando se ganó una elección con 36 millones de votos, se tiene legitimidad, las cámaras y congresos locales, además de los organismos autónomos.
El segundo piso de la 4T tiene todo, es y será su responsabilidad lo que pase, su éxito o su fracaso, el respaldo lo tiene y no es necesario llenar el zócalo como en película del cine de oro. Escuchando el discurso de Trump, no se ve por donde afloje en los aranceles, en la migración y menos con los narcos como terroristas… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.