Antes de iniciar su gira por Vietnam y Japón, Barack Obama le dijo al principal canal de televisión de Japón, NHK, que no pedirá perdón porque Estados Unidos haya arrojado una bomba atómica en Hiroshima en 1945. ¿Por qué? Porque ha aprendido siendo Presidente que los presidentes tienen que tomar decisiones difíciles en tiempos de guerras.
“Yo creo que es importante reconocer que en medio de una guerra, los dirigentes toman todo tipo de decisiones. Es el trabajo de los historiadores formular preguntas y examinarlas, pero yo sé, como alguien que ha estado sentado ahora en esta posición en los últimos siete años y medio, que cada dirigente toma decisiones muy difíciles, en particular en tiempos de guerra”.
Obama no solo excusó a Harry Truman sino que lo definió quizás fatídicamente como un comandante de guerra.
En cuanto a lo que no hará, Obama mintió que él es y siempre ha sido un activista a favor del desarme nuclear a nivel mundial y que es Rusia la que no está dispuesta a reducir sus arsenales nucleares.
Obama será el primer Presidente en funciones que visita Hiroshima. Pero el 11 de abril, John Kerry se convirtió en el primer secretario de Estado en visitar Hiroshima.
Aunque Kerry tampoco se disculpó, sus palabras y comportamiento estuvieron en marcado contraste con la actitud de “se tienen que tomar decisiones difíciles” de Obama.
Kerry después de lo que él calificó como gira “desgarradora” por el museo en el Parque Conmemorativo de Hiroshima, dijo que el museo “es un recordatorio acuciante, duro, no solo de que estamos obligados a poner fin a la amenaza de las armas nucleares sino que debemos consagrar todos nuestros esfuerzos a evitar la guerra misma. La guerra tiene que ser el último recurso, nunca la primera alternativa”.
Obama y la “decisión sobre Hiroshima”
En la víspera de convertirse en el Primer Presidente estadounidense en visitar Hiroshima, Obama le concedió una entrevista escandalosa, a la televisora NHK de Japón, en donde fue más allá que negarse a pedir perdón por el asesinato (innecesario) de Truman de cientos de miles de civiles japoneses con dos bombas nucleares.
Obama insistió en que era el tipo de decisiones que los presidentes tienen que tomar en tiempos de guerra y que él entendía esto por ser Presidente de Estados Unidos en tiempos de guerra.
Su preferencia personal de reducir las armas nucleares, agregó Obama, la ha bloqueado Rusia; reforzando así las implicaciones terribles de su comentario sobre la “decisión sobre Hiroshima”.
Esta es una fantasía arrogante de un Presidente adicto a asesinar a distancia y a los esquemas geopolíticos británicos de rodear, provocar y confrontar a Rusia y China; los blancos reales de las guerras en donde Obama ha metido las fuerzas militares estadounidenses.
El general británico Richard Shirreff, subcomandante supremo de la OTAN hasta el 2014, está recibiendo bastante cobertura en los medios de información por su nuevo libro desquiciado, 2017: Guerra con Rusia.
No es de extrañar que en Japón o incluso hasta en Europa se estén produciendo cambios, en contra de las políticas fracasadas de Obama y los británicos de tratar de “castigar” a Rusia y de parar la política de desarrollo global de la “Nueva Ruta de la Seda” de China.
El mundo de Obama, en donde él quiere forzar a los dirigentes de Rusia y China a que capitulen “a nuestras reglas” -cuando son en realidad los únicos dirigentes mundiales creativos tanto en lo económico como en lo estratégico-, está completamente divorciado de la realidad.
Obama está perdiendo y estas fantasías son infinitamente peligrosas a menos que se force su renuncia al cargo.
Lo que realmente representan el liderato de Rusia y China es la posibilidad de ponerle fin a las fantasías geopolíticas y a las guerras, y establecer un futuro económico de creatividad científica y aumento cada vez mayor en la productividad de la humanidad.
Con un liderato de este tipo, y sin Obama, Estados Unidos podría también darle un brusco vuelco a su situación, volver de nuevo a confiar en el aumento de la creatividad científica en su economía y la productividad real de su fuerza de trabajo.
Unámonos a los grandes proyectos de infraestructura en la “Nueva ruta de la seda” que busca esto para todos los países del mundo. Revivamos el gran programa espacial estadounidense que de hecho fue destruido bajo Obama. Debemos obtener una victoria real en la guerra en contra del terrorismo, poniendo al descubierto las garras saudíes y británicas que controlan a los asesinos genocidas del 11 de septiembre.
El sábado en el Día de los Caídos (Memorial Day) se va a celebrar en la ciudad de Nueva York una conferencia sobre la movilización para provocar este cambio dramático; la cual se va a transmitir en vivo en www.larouchepac.com a partir de las 12:30 hora del Este de Estados Unidos.