La delincuencia anda desatada, y para demostrar que la policía es un cero a la izquierda, al presidente de Coacalco, Erwin Castelán, le dejaron dos de sus camionetas, una Durango y Jurnney sobre ladrillos. El alcalde ahora entenderá a los ciudadanos que denuncian la falta de vigilancia que existe en el municipio.
Al respecto vecinos del munícipe aseguran que a pesar de haber sido víctima de la delincuencia, que se vive a todas horas en la municipalidad, Erwin, no atiende esta problemática, que día con día se torna más delicada,
Vecinos de esta demarcación municipal saben que muchos policías están coludidos con las bandas de narcomenudistas, lo que ha propiciado la inseguridad que priva en Coacalco, y varios jóvenes han sido ejecutados recientemente, pero no pasa nada… Todo esto sucede a pesar de que la Marina y el Ejército realizan operativos.
La pasividad del alcalde ha llevado al hartazgo a los habitantes del municipio que no entienden porque no interviene el gobierno del estado a parar este flagelo, o que alguien, dicen, le diga al alcalde como se debe gobernar. Porque ahora no saben qué pensar, si Erwin es incapaz o cómplice en lo que está pasando.