BALÓN CUADRADO
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.- Para el diario El Universal, fundado hace más de 100 años, en su edición de hoy en la sección de deportes, a tres días de que finalicen los Juegos Olímpicos, donde México ha tenido pírrica cosecha de medallas –con tres y va en pos de la cuarta en los botines de los súper Ratones Verdes, esta madrugada–, “hay cosas que simplemente no cambian…”
Y deja entrever que el futbol mexicano sigue atenazado por la dinastía Azcárraga –Emilio III– , propiedad de la poderosa Televisa, igual que hace seis décadas.
En un artículo de opinión, columna sin firma, titulada Barra Brava, en base a la narrativa de un enviado especial del periódico a la cobertura de estos juegos atípicos, censura que “por más” que dejen una buena imagen con su labor dentro de la cancha, con la manera de encarar una competencia y con la apropiada gestión de un equipo, “siguen cayendo en los mismos errores de otros quienes han sacado raja de su posición”.
Y es que, agrega, si algo ha sido un “problema” con la Selección de futbol en los Juegos Olímpicos, “ha sido la dificultad” para que hubiera información “como regularmente” ocurre con los representativos nacionales tanto en los canales oficiales, como en redes.
Y, sobre todo, con un responsable de prensa que sea el enlace como suele ser…
“Vaya, ni fotógrafo de la agencia oficial hay debido a las restricciones en cuanto al número de acreditaciones que otorgaron a la Federación Mexicana de Futbol”, subraya el diario.
Precisa:
“Pero vaya sorpresa” la que arrojaron las redes sociales, esas que, en el caso del futbol, “han desnudado indisciplinas” o como en este caso, “algo fuera de lo que debería ser”, luego de que la esposa del entrenador del Tri olímpico, ese que peleará por el bronce ante Japón, está en Tokio “para apoyar” a su marido como lo harían en cualquier otro torneo internacional.
“El problema”, aclara el diario, es que estos Juegos Olímpicos no han sido como cualquier otro torneo internacional debido a las restricciones impuestas por el país anfitrión para los aficionados extranjeros y hasta para las mismas delegaciones de las naciones clasificadas a las distintas competencias.
Y critica:
“Por eso es que resultaba extraño ver al familiar de uno de los integrantes del equipo llegar hasta Tokio y sobre todo con una acreditación que para estos Juegos en particular resultaron de mucho valor”
Tan es así, explica, que miembros del equipo multidisciplinario de atletas o de la misma selección (como el caso de un encargado de prensa) no las obtuvieron.
Detalla:
“Ya después salió el peine”.
Y describe que la esposa del técnico del Tri fue recibida en el aeropuerto por un comentarista de TUDN, empresa de deportes de Televisa, “quien le ayudó a cargar las maletas y acomodas” en la cajuela de la camioneta que los transportó hasta donde se encontraba Jaime Lozano, quién se “fundió en un abrazo” con su mujer.
Y advierte con sorna:
“(Lo que hizo más dulce la nota televisiva), aunque no determinaron qué protocolo siguieron para que pudieran reunirse tan rápido, ya que del aeropuerto se fueron directo a la concentración”.
Concluye:
“Está claro que una cosa es que para el duelo por el bronce viaje el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, pero lo demás es simplemente romper el protocolo y volver a equivocarse en las formas”.