BALÓN CUADRADO/Agencias
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.– El futbolista argentino Lionel Messi, considerado el tercer deportista con más ganancias en 2020 –unos 208 millones de dólares– según Forbes, y de quien se conoció tiene un millonario contrato con el Barcelona no deja de hacer dinero. También con negocios ajenos al balompié.
Messi alquiló su avión privado al presidente de Argentina Alberto Fernández, según reseña el portal Marca.com. El mandatario llegó a México para atender la invitación de su homólogo Andrés Manuel López Obrador en pro de conmemorar los 200 años de la independencia de su país.
Fernández se trasladó del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México a Palacio Nacional donde estuvo en la polémica conferencia de prensa matinal que acostumbra realizar su homólogo mexicano. El tema central fue crear un frente común en América Latina para la compra de vacunas contra Covid 19.
Por rentar el avión, que está valorado en $16 millones de dólares –unos 330 millones de pesos–, al presidente de Argentina, Messi recibirá un cheque de 160.000 billetes verdes –casi tres millones 290 mil pesos–. Fernández cumplirá con varios compromisos de diferente índole.
En principio, todo normal. Ahora bien, la llegada del político causó un gran revuelo debido a que viajó en la lujosa aeronave privada del crack del Barcelona.
Según informaron medios argentinos, Fernández decidió viajar junto a su comitiva en la nave de Messi, “por una cuestión de seguridad sanitaria”.
Así pues, se hicieron los papeles para arrendar el vehículo por cuatro días. En ese tiempo, Fernández estuvo presente en un acto por los 200 años de la Independencia de México, reuniones con empresarios y visitará el laboratorio ‘Liomonnt’, sitio en el que se envasa la vacuna contra el covid-19.
Junto a Fernández se transportaron en la aeronave la primera dama Fabiola Yanez y una comitiva que integran:
El canciller, Felipe Solá; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el secretario General de Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Medios de Comunicación, Juan Pablo Biondi; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; el secretario general de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; el diputado nacional, Carlos Selva; y el asesor presidencial, Ricardo Forster.
En un vuelo comercial de Aeroméxico emprendieron viaje los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá; y de Economía, Martín Guzmán; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; el secretario general de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; el diputado nacional Carlos Selva y el asesor presidencial Ricardo Forster.
Permanecieron durante al menos 60 horas en Ciudad de México para cumplir el deseo geopolítico del mandatario argentino de profundizar una agenda estratégica común con su par mexicano.
El propósito ha sido diseñar un modelo institucional de relaciones bilaterales para incorporar a los países más importantes de América Latina -Brasil, Paraguay y Uruguay- y a los estados que tienen una relación profunda con México por razones económicas y políticas.
La razón por la que el gobierno de Argentina acudió a Messi para alquilar el avión, es que éste cumple con las condiciones y exigencias sanitarias de prevención contra la pandemia del coronavirus COVID-19.
La familia Messi tiene abierto el alquiler de la nave. Aunque no está disponible cuando el futbolista, o parte de su núcleo familiar, tiene un viaje pronto. Como el que deberá hacer el «10» a finales de marzo para sumarse a la albiceleste por la eliminatoria sudamericana al mundial Qatar 2022 contra Uruguay y, posteriormente, contra Brasil.
Nave de ensueño
El avión Gulfstream V matrícula LV-IRQ, fue fabricado en Estados Unidos en 2002 y en 2018 fue adquirido por Messi. Es administrado por Flyzar, una empresa que tiene una gestión independiente del capitán de la Selección, al punto que cuando debe utilizarlo para sus traslados el propio jugador paga un alquiler.
Fuentes interiorizadas sobre la operatoria aclararon que, así como lo contrató Alberto Fernández, lo mismo hizo el entonces presidente Mauricio Macri, entre otros.
Y es porque se trata de uno de los pocos aviones con bandera argentina con autonomía suficiente para cruzar el Atlántico y hacer otros itinerarios largos disponible en Buenos Aires para ser alquilado.
Es el Gulfstream V, matrícula LV-IRQ, fabricado en 2004. Dispone de 16 asientos ejecutivos que pueden transformarse en ocho camas, posee dos baños y cuenta con dos cocinas.
La aeronave también tiene detalles e inscripciones con referencia directa al futbolista rosarino: en la cola del avión está estampado el número 10 y en las escaleras que se despliegan para el ascenso y descenso de pasajeros se grabó el nombre de Antonela, Thiago, Ciro y Mateo, en alusión a la esposa y los tres hijos del jugador; y como yapa, guarda una playstation instalada con controles dorados.
Estas condiciones, sin embargo, son modificadas para los vuelos en los que no se traslada la familia Messi.
En esas butacas se recostaron cómodamente el mandatario junto a la primera dama Fabiola Yañez, Julio Vitobello -secretario general de la Presidencia- y Juan Pablo Biondi, secretario de Medios de Comunicación.
Al Descender del jet privado fueron recibidos en el aeropuerto internacional Benito Juárez por Marcelo Ebrard, el canciller de México, y Carlos Tomada, el embajador argentino en este país.
El presidente ya lo habría usado también cuando cruzó la Cordillera de Los Andes para entablar una visita de Estado de dos días en territorio chileno. En esa oportunidad, mantuvo una reunión con su par, Sebastián Piñera, con empresarios y con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Además de que el astro suele utilizar el avión para sus viajes personales, también se ocupa para los traslados de negocios de su padre, pero, en ambos casos, pagan el alquiler correspondiente.
También lo pone a disposición de sus compañeros de selección en cada ventana de Eliminatorias Sudamericanas: en él ya han viajado futbolistas como Ángel Di María, Leandro Paredes, Sergio Agüero, Nehuén Pérez, Marcos Acuña, Lucas Ocampos, Guido Rodríguez, Rodrigo De Paul y el uruguayo Luis Suárez, entre otros.
Cuando la estrella del Barcelona no lo necesita, se ofrece en alquiler. Por eso lo contrató Macri y otras personalidades y autoridades para realizar distintos viajes. Hasta lo utilizó Juan Fernando Quintero cuando debió ir a Miami para realizar un trámite personal en el marco de su transferencia de River al Shenzhen Kaisa de China.
Gustavo Carmona, piloto, presidente y CEO de Flyzar, es quien lo administra: un empresario aeronáutico dueño de una flota de aviones premium cercano a funcionarios del kirchnerismo.
Casi una joya
El Gulftream V es su mejor pieza. Registrado bajo la matrícula LV-IRQ, la primera versión del modelo entró en servicio en 1997: desde entonces se ha ido modernizando con el tiempo hasta llegar a un elevado nivel de confort y prestaciones.
El jet privado se impulsa con motores Rolls Royce, alcanza una velocidad máxima de 940 kilómetros por hora, en velocidad crucero puede alcanzar 882 kilómetros por hora, y presume de una autonomía que supera los diez mil kilómetros.
La cabina de mando está equipada con tecnología de última generación y monitores LCD de 14 pulgadas. La aeronave mide 29 metros de largo, 28 de envergadura y ocho de altura total.
(Con información de los portales infobae.com y diariolasamericas.com)