Para lograrla, unos tres millones de personas deben superar el hambre en 2015, lo que requerirá que los gobiernos dupliquen sus esfuerzos, considerando que el promedio de reducción durante las dos últimas décadas ha sido de 1,4 millones de personas por año.
El representante regional de la FAO, Rafael Benítez, señaló que un número importante de países no solamente ha alcanzado esa meta, sino que ha logrado que el hambre haya dejado de ser un problema endémico.
“Para la FAO y para los países de la región, el único número aceptable de hambre es cero. Estamos bien encaminados, con un compromiso político de los países de la región muy importante. Uno lo observa por ejemplo a nivel de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que engloba a los 33 países de la región, ahí el punto 1 de trabajo de este año es justamente el tema de seguridad alimentaria”, apuntó.
Benítez reconoció que lograr que tres millones de personas superen el hambre es un reto difícil, pero no imposible si se toma en cuenta que el tema se encuentra en lo más alto de la agenda política regional.