Ciudad de México.- Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se lanzara contra el comunicador Carlos Loret de Mola, medios de comunicación y periodistas, pero en general, contra la libertad de expresión, el dirigente nacional del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, se pronunció a favor de que los mexicanos conozcan la forma de vida del presidente y su primer círculo político. “El presidente se rasga las vestiduras por los ingresos de Loret de Mola, pero no dice nada de los inmensos ingresos de sus amigos multimillonarios. ¿Cuánto gana cada hora don Carlos Slim o don Alfonso Romo o el recién fallecido don Alberto Baillères? Ellos devengan honradamente lo que ganan, es cierto, ¿y no ocurre lo mismo con cualquier otro asalariado mexicano, como los periodistas en general?”, cuestionó el líder social en su mensaje semanal. Y es que puntualizó que el propio presidente López Obrador es quien provoca las investigaciones y señalamientos al asumirse “como juez infalible de la honradez, austeridad y moralidad de todo el país, sin que nadie le haya otorgado ese derecho; que atrincherado tras esa patente de corso autoconcedido, sermonea, acusa, ofende, reprime a quienes no se pliegan a sus discursos y fanatismos de moderno Savonarola; que es él quien se mete a saco, todos los días, con sus prédicas de falsa incorruptibilidad y franciscana austeridad, en la privacidad de todos los mexicanos. No debiera sorprenderse, por tanto, de que le paguen (los que pueden) con la misma moneda”. Cabe destacar que Loret de Mola, en Latinus -medio para el que trabaja- y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) publicaron un reportaje en el que evidenciaron la ostentosa vida que lleva en Estados Unidos el hijo mayor del presidente, Ramón López Beltrán y su esposa Carolyn Adams Solano. La pieza periodística deja ver un posible conflicto de interés, que se explicaría por la liga profesional de la nuera del presidente con el mundo del negocio petrolero y la empresa para la que trabaja el propio López Beltrán como “asesor”. Según el reportaje, López Beltrán y su esposa habitaron por casi dos años en una lujosa mansión ubicada en una zona exclusiva para gente de muy altos ingresos ubicada en las afueras de la ciudad de Houston, Texas. Dicha mansión, que según el reportaje cuenta con finísimos acabados, espacio más que sobrado para una pareja, una alberca de 23 metros de largo y sala de cine privada, entre otras excentricidades, es propiedad de un alto funcionario de la empresa Baker Hughes, también dedicada al ramo petrolero y que actualmente tiene firmado un cuantioso contrato con Pemex. Por lo que al conocerse el material -hace casi 20 días-, el presidente se lanzó en contra del periodista al que acusó de corrupto y de trabajar para los “conservadores y neoliberales”. Córdova Morán retomó la información publicada en varios medios en la que evidencian los constantes ataques, no solo a Loret de Mola, sino a los medios y otros comunicadores que han replicado la información o evidenciado nuevas aristas de la relación entre el hijo del presidente, Pemex y Vidanta, la empresa para la que trabaja, cuyo dueño es asesor de López Obrador en el proyecto del Tren Maya.
Según opiniones calificadas, la denuncia de Loret de Mola echó abajo el discurso presidencial sobre el combate a la corrupción y la acendrada austeridad de su administración. El recuento en los medios y redes indican que el tiro dio de lleno en la imagen que el presidente se ha construido a base de mentiras y autoelogios y lo exhibió al desnudo, en su verdadera dimensión humana y política, ante la opinión de sus gobernados.
Tras los ataques del presidente -que incluyen la exigencia al INAI para que los comunicadores declaren sus ingresos-, el líder social argumentó que los mexicanos “también tienen derecho a saber que su austero, frugal, sobrio, humilde presidente, vive en un palacio más grande y más lujoso que la Casa Blanca en Washington, El Elíseo en París y que el 10 Downing Street de Londres; que es la residencia más cara del mundo”. Finalmente, Córdova Morán consideró que es correcto y justo protestar en contra de los ataques al periodista Carlos Loret de Mola, “ya que sofocar la libertad de prensa es asfixiar la libertad de un país”.