Laura Castillo García
Tres acontecimientos que cimbraron a México y determinaron su posterior desarrollo sucedieron durante el año 1994: el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la presidencia de la República; la crisis económica conocida en el país como “error de diciembre”, o “efecto tequila”, como se le llamó en el resto del mundo y la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (la zona de comercio internacional de Canadá, Estados Unidos y México).
Como sabemos, el magnicidio destruyó las esperanzas de millones de mexicanos sobre un cambio sustancial en la manera de gobernar el país, el “error de diciembre” lanzó a millones de mexicanos a las filas de la pobreza y el TLC solo vino a darle la puntilla a un campo mexicano que desde hacía más de dos décadas venía perdiendo fuerza hasta que lo llevó a la pérdida de la soberanía alimentaria.
En ese mismo 1994, sucedió un importante acontecimiento en el campo mexiquense: un puñado de activistas de Antorcha Campesina se relacionó con pequeños grupos de campesinos a fin de a ayudarles a gestionar soluciones a diversos problemas que presentaban sus comunidades.
Luego de un trabajo de organización, educación y gestoría tenaz y exitosa realizada durante 23 años, los más de 100 activistas antorchistas que trabajan en los municipios del Valle de Toluca y las regiones de tierra caliente y sur del Estado de México y las cerca de 70 mil personas que integran las filas de la organización de la unión, fraternidad y lucha, se preparan para festejar el aniversario 23 de la organización campesina que les ha enseñado a luchar para conseguir obras de infraestructura para sus comunidades y que, por lo mismo, se ha convertido en la organización campesina más sólida del Estado de México y del país entero.
Los campesinos, comerciantes, colonos, pescadores y estudiantes antorchistas organizados voluntaria y conscientemente en las filas antorchistas, saben que la tarea fundamental de Antorcha no es solo conseguir fertilizante subsidiado, pavimentaciones, escuelas o unidades deportivas -entre otras obras importantes con que a lo largo de 23 años de trabajo hemos beneficiado a miles de campesinos y cientos de comunidades-, sino que la tarea fundamental de Antorcha es trabajar para que México tenga un régimen económico y de gobierno que realmente trabaje por la mayoría de sus habitantes.
Saben también que el único camino para acabar con la pobreza en México es cambiando el modelo económico capitalista que solo ha dejado injusticia y una sociedad enferma de violencia, miseria y vicios. Por eso se han adherido a la propuesta de Antorcha de que el pueblo tome el poder político del país para construir un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo y así el dinero público sea invertido en obras y servicios para el pueblo, para la gran mayoría de los habitantes de este país; además, que ese gobierno popular deberá crear empleos suficientes para todos los mexicanos y que sean bien remunerados, a fin de que la gente viva dignamente.
En varios municipios del país -como en Chimalhuacán e Ixtapaluca del Estado de México, o Tecomatlán y Huitzilan de Serdán en Puebla- Antorcha gobierna exitosamente y lo hace con honradez y transparencia. Eso es lo que queremos para todo el Estado de México y para el país entero.
Para celebrar los 23 años de trabajo y lucha de Antorcha Campesina en el Valle de Toluca, 70 mil campesinos se reunirán en el Centro Dinámico Pegaso, el próximo 3 de septiembre, en donde habrán de realizar una fiesta político-cultural en el que estará presente su dirigente nacional, el ingeniero Aquiles Córdova Morán.
