Susana Marquina Duque Si hay algo que me gusta es conocer lugares y pueblos diferentes, los del Estado de México , siempre tienen una historia que contar, sobre todo si hay una iglesia o el jardín central donde alguien puede contarte algo, y si ese lugar ,es turístico siempre habrá una delicia ancestral que sin duda atraerá mi atención.
Aquí el día de muertos empieza el día treinta de octubre cuando llegan los niños que murieron, pero no fueron bautizados, se les pone su fruta, su gelatina, dulces, galletas; el treinta y uno, son los niños que están bautizados, les ponemos sus tamales. Ya para el día primero como a las tres de la tarde, esperamos a nuestros difuntos, los adultos, en recuerdo a ellos y para complacerlos colocamos en una mesa, comida con el mejor mantel de la casa muy limpio, enseguida se les llama por su nombre para que vengan a tomar y comer lo que les pusimos especialmente para ellos siempre con lo que más les gusta.