Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México, (BALÓN CUADRADO/agencias).– Con un Serge Gnabry como estelar, el Bayern Múnich funcionó con la precisión de un reloj al golear 3-0 al Olympique de Lyon para avanzar a la inesperada final de la Liga de Campeones de Europa, donde enfrentará el domingo en Lisboa al París Saint-Germain. Mientras, Ronald Koeman fue presentado como director técnico del Barcelona tras la estrepitosa derrota ante el cuadro alemán.
Después de haber eliminado la semana pasada al Barcelona con una goliza 8-2, el Bayern Múnich cumplió ayer con las expectativas en una atípica semifinal de la Champions –que se disputa en sede única y a un partido–, luego de que Gnabry marcó un doblete (18 y 33), mientras Robert Lewandowski cerró la cuenta al minuto 88.
Gnabry, de 25 años, llegó a nueve goles en mismo número de partidos de esta Liga de Campeones. Su compañero Lewandowski, quien se había quedado sin marcar en el festival ante el Barça, alcanzó los 15 tantos y se encuentra a dos anotaciones para igualar el récord histórico de Cristiano Ronaldo, establecido en la temporada 2013-2014 con el Real Madrid.
Campeón de Liga y Copa en Alemania, con una racha de 29 partidos sin derrota –28 victorias y un empate–, el Bayern está a 90 minutos de lograr el triplete. Sería el punto culminante de una espectacular temporada en la Champions, en la que arrasó en la fase de grupos y en las eliminatorias (7-1 al Chelsea en octavos –en dos partidos– y un abultado triunfo ante el Barcelona en cuartos de final).
El equipo francés, séptimo en su Liga pero verdugo de la Juventus en octavos de final y del Manchester City en cuartos, no pudo continuar su epopeya, pese a que su estado de euforia le permitió disponer de un par de balas en el primer cuarto de hora.
Con un Bayern todavía dormido, el Lyon, atrevido y directo, estuvo cerca de dar el golpe. Thiago Alcántara falló un pase en la medular y poco después Memphis Depay se enfrentó al arquero Manuel Neuer con un disparo que pegó en el exterior de la red.
El Bayern había tenido una opción, cuando Leon Goretzka lanzó un tiro cruzado de volea y el arquero Anthony Lopes tuvo que estirarse para despejar el esférico.
Pero fue justo un minuto después cuando el Bayern zanjó el debate con un puñetazo en el tablero. Gnabry recibió un pase, sin aparente peligro, y como una flecha se fue hacia la frontal y soltó un cañonazo a las redes.
Revelación del Bayern en esta temporada junto con el canadiense de 19 años Alphonso Davies, Gnabry acrecentó la ventaja al empujar al arco un balón que Lewandowski había disparado al cuerpo de Lopes.
Rudi García, técnico de los franceses, agitó el banquillo y se encomendó a Moussa Dembélé, héroe en los cuartos de final con un doblete ante el City, así como del adolescente de 17 años Rayan Cherki, el jugador más joven en participar en una semifinal de Champions.
Con el marcador en favor, al Bayern le bastó con administrar fuerzas y en los últimos instantes encajó el tercer tanto con un remate de cabeza de Lewandowski.
El Lyon es un gran equipo, nos pusieron en peligro. Tuvimos suerte en los primeros diez minutos. Pero Gnabry fue extraordinario, nos alivió al marcar un gol magnífico, afirmó Hans-Dieter Flick, entrenador del Bayern.
Siempre hay muchos goles entre el PSG y Bayern, dos grandes equipos en esta final, aseguró el guardameta Manuel Neuer.
Juninho, director deportivo del Lyon, dijo:
“Sabíamos que nos enfrentábamos a un mejor equipo y nos apegamos a nuestro plan de juego, pero para vencer a un plantel así, necesitas marcar cuando tienes la oportunidad.”
El Bayern se coronó en 2013 por quinta vez en la Liga de Campeones, desde entonces, había perdido cuatro semifinales. A su vez, el París Saint-Germain disputará la final por primera ocasión en la historia.
En tanto, la policía francesa anunció que arrestó a 36 personas durante la madrugada del miércoles luego de que los seguidores del PSG celebraron en las calles, en especial en los Campos Elíseos y alrededor del Parque de los Príncipes, luego del triunfo del martes con marcador 3-0 ante el Leipzig.
Abismal crisis en el Barza
Sumido en una de las peores crisis de su historia, Barcelona reaviva sus lazos con el futbol holandés. Lo que era un rumor con visos de verdad, se concretó al hacer oficial la contratación del técnico Ronald Koeman, quien cargará el pesado fardo de regresar el esplendor que tuvo en años pasados y con las versiones de que el referente del club, Lionel Messi, está incómodo con los resultados recientes y con deseos de marcharse a otro destino.
«No sé si debo convencer a Messi, tiene contrato, ojalá siga muchos años», declaró en su presentación en el Barça; «de entrada tiene un año más firmado. Es el mejor del mundo y lo quieres en tu equipo y no en el plantel contrario.»
Koeman dejó en claro que al asumir el timón las decisiones las toma el entrenador y su propósito es trabajar con jugadores que deseen estar en el Barcelona y dar todo por el equipo. Sobre todo tras el humillante 8-2 que le propinó el Bayern Múnich en la Champions.
«La imagen del otro día no es la que queremos. Nadie. Debemos trabajar mucho para recuperar el prestigio. Todavía el Barça es el club más grande del mundo», dijo el nuevo técnico azulgrana tras firmar contrato por dos años.
Koeman regresa al club donde brilló como defensa bajo el mando de su compatriota Johan Cruyff a inicios de los años 90. Su decisivo gol en tiempo extra en la final contra Sampdoria en Wembley dio a Barcelona su primer título europeo hace casi tres décadas.
«Todo el mundo sabe que Barcelona es mi sueño, dijo Koeman; «es muy especial para mí poder convertirme en el técnico aquí.»
El ex zaguero había estado dirigiendo la selección nacional de Holanda y estaba contratado hasta 2022. Guió al equipo al segundo puesto en la Liga de Naciones el año pasado y se aprestaba a dirigirlo en la Eurocopa antes de que el certamen fuese aplazado debido a la pandemia de coronavirus.
«Es un entrenador que conocemos no sólo por su pasado de jugador, si no por su etapa de técnico», dijo Josep Maria Bartomeu, presidente azulgrana.
El ex futbolista comenzó su carrera de entrenador en el Barça como asistente de Louis van Gaal a finales de la década de 1990. Había ayudado al club a ganar cuatro cetros consecutivos de La Liga antes de retirarse como jugador.
Koeman fue además un elemento clave para Holanda, ayudando a la selección a ganar la Eurocopa de 1988. Jugó en las Copas del Mundo de 1990 y 1994.
Ronald, previamente, fue técnico en Premier inglesa y las ligas española, holandesa y portuguesa.
«El holandés suma ya una gran experiencia de técnico con más de 20 años dirigiendo y ocho títulos ganados», agregó el club en un comunicado.