Mtro. Alejandro P. Belmont
Obrador representa el cambio, inmerso en el pasado, arropando a los denostados y de quienes lo denostaron en momentos cruciales y políticos, donde la ciudadanía -ávida de un cambio- no de una alternancia, sino de una verdadera transición, mostraban su apoyo incondicional, gente que se ha visto, derramando lágrimas, que son casi similar a la sangre misma cuando en una revolución se cree en la evolución de una sociedad de por sí mancillada por muchos años.
Hoy demuestra que si era él, con la famosa frase “quítate tú para ponerme yo”, forma parte de la verdadera cara de Obrador, que tardó quizás solo unos años para despojarse de la máscara de una oveja en un cuerpo de un lobo rapaz, que en sus genes habita el deseo de vivir y sobrevivir a costa de lo que sea, como sea y como se pueda, junto a una manada que actúa igual que él.
…porque esa es su naturaleza propia encargada de aparentar para beneficiarse dentro de su minoría rapaz y así seguirse aprovechando del dinero de unos cuantos muchos, para unos cuantos pocos y seguir incrementando fortunas ya amasadas por sus ahora beatificados seguidores para seguir enriqueciéndose, mientras los pobres se hacen más pobres y los ricos más ricos, porque al final de todo “POR EL BIEN DE ELLOS, PRIMERO LOS RICOS”.
Ciertamente, este personaje que presume de una dislexia patética, en su afán de su obsesión del poder por el poder, pretende llegar sin principios y mitómanos ideales a la Silla Presidencial, sin escrúpulos, sin memoria, sin valores, importándole poco en su pretensión destruir o contribuir aún más al deterioro de una sociedad despolitizada, que no cree ya en esas instituciones que en un momento este personaje falaz mandó al diablo; el personaje que se victimizó en el desafuero y fue contestatario de los que hoy arropa en su partido. Por cierto un partido que fue reconocido por dejar de luchar contra la Reforma energética o la ya famosa Reforma fiscal en su momento…
Y su cuota de pago fue un Partido, MORENA, ese partido que alberga el cascajo de todos los demás partidos, que acoge a los empresarios que fueron beneficiados y mucho tiempo criticados por PEJEdios, los que le dijeron que era un peligro para México y no estaban alejados de una realidad.
Hoy se puede afirmar, confirmar, ratificar y sobre todo asegurar, que este señor ES MÁS QUE UN PELIGRO PARA MÉXICO, que fue por primera vez honesto o cínico, en el ocaso de su discurso ante miles de hienas que lo veneraban como a un Führer al momento de tomar protesta como candidato único, a la vieja usanza priista de antaño, por el ahora, autodedazo.
En caso de ser electo Presidente, adelanta que actuará “con terquedad” y “rayando en la locura”, y en esto es cierto, jamás ha dejado de ser un terco, rayando en la locura.
La sociedad en general juzgará, pero no hay que olvidar que todavía falta que millones de mexicanos también sean juzgados por la historia.
¡Viva la dignidad!
¡Viva México!
Parte in fine del discurso del entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, ante el pleno de la Cámara de Diputados durante el juicio de procedencia, marcado en la Ciudad de México, el 6 de abril de 2005.
En lo inversímil, existe la plena seguridad que la historia lo juzgará, por carecer de dignidad y no amar a México. El oportunismo frente a una manipulada Legión de Idiotas, en su pleno apogeo.
¡Qué Dios proteja a millones de mexicanos de no caer en manos de un dictador que anhela instituir la república amorosa! Las ocurrencias y chistoretes de Mr. Obrador.
Ah! No he sacado la basura porque ya me da miedo que MORENA la recoja y le dé una diputación [email protected]