Vladimir Galeana
Armando Ríos Piter
Su primera vez en campaña la hizo bailando. Armando Ríos Piter es un muchacho joven que ha caminado mucho terreno haciendo política, pero sobre todo, dejando constancia de su cercanía con la gente, de su habilidad para hacerse querer, y su sapiencia como hombre de Estado a pesar de su juventud. Cuando decidió ir por una candidatura presidencial pocos pensaban que lo alcanzaría, pero al cabo del tiempo dieron cuenta de la estructurada red de adeptos que tiene en casi todo el país.
Fue diputado federal en su natal Guerrero, después senador. La gente de todas las regiones le guarda especial afecto porque siempre ha estado pendiente de ellos. Su primer campaña la hizo bailando, y eso le permitió dejar una profunda huella en esos pueblos olvidados que visitó. Es más, si alguien tiene la capacidad de presentarse sin avisar en cualquier lugar de Guerrero es “El Jaguar”, como le llaman los hombres y mujeres que siempre lo reciben con los brazos abiertos.
Pero es ese carisma del que pocos pueden vanagloriarse, su arma más poderosa. Genera empatía desde el primer momento, y constancia de su talento y preparación cuando comienza uno a conocerlo, a explorarlo. Muchos pensamos que le resultaría muy difícil buscar la candidatura presidencial de forma independiente, sobre todo porque sus competidores tenían meses ya montados en sus estructuras de propaganda y le llevaban considerable ventaja.
Ahora Armando Ríos Piter es el aspirante a una candidatura independiente a la Presidencia de la República que se encuentra más cercano a la boleta electoral porque ya tiene presencia en 15 estados de los 17 que se requieren. Acumula el apoyo ciudadano de al menos uno por ciento de la lista nominal en 15 estados del país, y seguramente completará los dos que le faltan en los siguientes días. Sin hacer alarde como otros, su promedio de efectividad es ya más amplio que cualquiera de sus contendientes.
No debe haber sido fácil alcanzar a la fecha un millón cien mil firmas, y de esas más de 720 mil ya fueron certificadas en la lista nominal, convirtiéndose en el que mayores avances tiene en el tema de dispersión.
Lograr una hazaña como esta requiere de mucha planeación, carisma, simpatía, discurso, estrategia, y un equipo consolidado de hombres y mujeres convencidos de que Ríos Piter es el mejor político de este país. Y dije el mejor, que no el que mayores cargos haya ocupado, o el que disponga de un aparato propagandístico similar a la de un candidato de partido.
Bien dijo Guadalupe Loaeza después de conocerlo y mantener una larga plática, que había tenido la impresión de estar frente al “Macron Mexicano”.
Guardadas las proporciones, me parece que de todos los que buscan la candidatura presidencial, Armando Ríos Piter es el que mayor carisma tiene. Pero también tiene sapiencia, experiencia, y sobre todo, talento, mucho talento y preparación. Nuestra clase política necesita un revulsivo, y éste se llama Armando Ríos Piter. Al tiempo.