Luis Fernando González Díaz
Recientemente un grupo de personas, por iniciativa propia, se acercó a los dirigentes de Antorcha del municipio de La Paz a pedir el apoyo de tres autobuses para que los llevara al municipio de Chimalhuacán a pasar un rato de recreación con sus familias y vecinos, porque habían escuchado y querían conocer las albercas y el planetario. La gestión fue exitosa.
Resalto este hecho porque en todos los municipios del oriente mexiquense, incluido La Paz, ya es muy conocido que en la zona existe un ejemplo de progreso y de desarrollo social: Chimalhuacán.
El planetario, el auditorio Nezahualcóyotl, las albercas recreativas, los centros deportivos, las fuentes danzarinas de la plaza de la identidad y del guerrero Chimalli, son de las obras más populares que han atraído la atención de los mexiquenses.
Pero ese impresionante desarrollo que hoy las familias, locales y visitantes, ven y disfrutan en Chimalhuacán no fue de la noche a la mañana. Han trascurrido exactamente 18 años desde que miles de personas, cansadas de vivir en la marginación, se organizaron para deshacerse del yugo de los caciques y llevar a la práctica el proyecto Nuevo Chimalhuacán.
El proyecto Nuevo Chimalhuacán, encabezado por Antorcha, ha logrado sacar a las familias del terrible rezago que vivían en el municipio. Las obras populares que atraen a miles de visitantes son consecuencia del grado de desarrollo que ha alcanzado el municipio.
Porque, además de presumir esas impresionantes obras que atraen a miles de visitantes, Chimalhuacán puede exhibir sus resultados en materia educativa con ocho universidades públicas envidiables para toda la zona oriente; el deporte y la cultura están garantizados; los servicios de salud están completándose para atender más gente y la seguridad va mejorando con la capacitación constante de los policías.
El municipio tiene cubierto el 80 por ciento de las necesidades de servicios básicos de la población (agua, drenaje, pavimentaciones, etc.). Pero es importante mencionar que en el 20 por ciento restante está incluida la zona del ejido de Santa María, que hace ocho años pasó a formar parte del municipio, pero también ya se están resolviendo las necesidades.
No hay ningún municipio del oriente mexiquense del que se pueda decir lo mismo que se dice de Chimalhuacán. Al contrario, hay municipios, como La Paz, en los que las familias únicamente nos quedamos como el chinito: “na´más milando” el progreso de nuestros vecinos y visitando sus espacios recreativos para disfrutar un rato de convivencia.
Los chimalhuacanos festejarán 18 años de progreso el próximo 18 de agosto, recordando a los mártires que dejo el cacicazgo bestial expulsado en el año 2000.