Me choca decir: “se los advertí”, pero se los advertí. En este mismo espacio el lunes 3 de marzo de 2014, hace nueve meses, escribí en la Columna: “Fuera de control las guardias comunitarias” en Michoacán, y como “bajada” “Riesgo innecesario para el país civiles armados autorizados”… y el tiempo dio la razón.
Una pesada loza comienza a causar estragos en el ánimo de la gente que vive en las principales ciudades del centro del Estado de Guerrero. El temor se asoma ante la barbarie de unos y la ineptitud de otros que ha provocado que normalistas y maestros dispongan de vidas y haciendas desde hace semanas. El primitivismo en todo su esplendor, y por más que se digan profesores o estudiantes, sus actos los convierten en seres irracionales que imponen el odio y sus frustraciones personales a quienes osan cruzarse en su camino. Lo que todos nos preguntamos es dónde están las autoridades que juraron guardar y hacer guardar esa Constitución que ha sido mancillada y pisoteada, y que aun cuando impone penas severas a quienes infringen la ley, ha sido suplantada por los excesos del cavernícola odio que transpiran quienes se dicen destinados a combatir la ignorancia.
Decía el gran gurú, maestro de los políticos del PRI y de todos los partidos, Don Jesús Reyes Heroles, “en política, la forma es fondo” y yo agregaría, “en política lo que parece, es”, retomando una frase del Presidente del Gobierno español (1981/1982), Leopoldo Calvo-Sotelo, para ubicar en su justa dimensión el segundo affaire priista del sexenio: la casa de Malinalco, adquirida por el Secretario de Hacienda y Crédito Público peñista, Luis Videgaray Caso, otro escándalo que tiene el mismo hilo conductor de La Casa Blanca, de Las Lomas: Grupo HIGA, del afortunado concesionario de obras públicas, Juan Armando Hinojosa, quien gozó de multimillonarios y jugosos contratos en el Estado de México, en el sexenio de Enrique Peña Nieto y como Secretario de Finanzas, Luis Videgaray
Por la intransigencia, irresponsabilidad, “grilla”, inmoralidad, estupidez, irracionalidad, de la Asamblea General Politécnica, conformada por un puñado de miserables “estudiantes” que no representan al universo de la matrícula escolar, a los verdaderos politécnicos, a quienes sí quieren estudiar, les han fregado su proceso académico que rebasa los 66 días de paro, en la más dolorosa y vergonzante impunidad.
“Nadie es indispensable en el Partido de la Revolución Democrática”, frase de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano cuando Porfirio Muñoz Ledo salió del PRD; frase que le podría ser aplicada al ingeniero ahora que ha decidido irse del partido amarillo.
México ha llegado a una etapa en la que le urge una cirugía mayor para evitar que se nos vaya de las manos. Hay muchas cosas que no están funcionando, y ocurre así porque nuestros cuadros políticos, de todos los partidos, incluso aquellos que provienen de la sociedad civil, tienen como prioridad encontrar la fórmula que les permita evadir lo que señala la ley con tal de