La Comisión documentó que el ISIS utiliza el terror para subyugar a la población que vive en las áreas bajo su control, además del adoctrinamiento de menores para ganar nuevos militantes.
El documento da cuenta de una violencia extrema tanto contra los civiles como contra los combatientes que han capturado.
El presidente de la Comisión, Paulo Pinheiro, indicó que quienes han logrado huir coinciden en sus relatos sobre actos que aterrorizan a la población para silenciarla.
Las ejecuciones, amputaciones y azotes, así como la exhibición de cuerpos mutilados en sitios públicos, son sistemáticos.
El ISIS ha excluido a las mujeres y niñas de la vida pública, y muchas mujeres han sido lapidadas por contactos no autorizados con algún hombre. Los matrimonios forzados e infantiles con militantes del grupo también son comunes.
La Comisión agregó que las mujeres y niñas de minorías religiosas, algunas de ellas secuestradas en Iraq, han sido vendidas en mercados o son esclavas sexuales.
Los expertos encontraron también el adoctrinamiento de niños y el bombardeo de propaganda dirigida a los menores para formar una nueva generación de reclutas.
Los testigos reportaron tortura y ejecuciones de periodistas y activistas, y reiteraron que las minorías étnicas o religiosas –entre ellas los cristianos, shiítas y curdos– son especialmente acosadas.
La Comisión recomendó la participación de mecanismos judiciales internacionales, incluida la Corte Penal Internacional (CPI), para que los comandantes del ISIS y los responsables en general de estos crímenes rindan cuentas.